Lo que os voy a contar parece tan irreal como cierto, es de aquellos casos en que la realidad supera la ficción.

Jorge y yo nos casamos hace 20 años, la vida nos fue muy bien, montamos un negocio y escalamos socialmente muy rápido.

Nos compramos un chalé, nos gastamos una pasta en decoración, nos empezó a entrar mucho dinero y nuestro tren de vida empezó a ser alto.

Tuvimos un hijo pronto, y decidimos no tener más, y mientras yo me dediqué más al niño, él se dedicó más a reuniones y a expandir nuestro negocio.

Llevamos al niño a un buen colegio privado y allí conocimos a Mar y Jacobo, que se convirtieron en nuestros íntimos amigos, empezamos a hacer mil cenas con ellos, los niños se llevaban fenomenal, hacíamos viajes todos juntos y todo era muy fácil por llevar niveles de vida similares.

Así pasaron los años, hasta que nuestros hijos se hicieron pre adolescentes, nos habíamos alejado casi de todos los amigos de toda la vida, la envidia les corroía y decidimos centrarnos en nuestro pequeño círculo de iguales.

Mar se convirtió en mi amiga, mi confidente, mi casi hermana, hacíamos escapadas juntas y nos entendíamos a la perfección. Nuestros maridos eran muy amigos y los viajes ahora ya no tan familiares y sólo de los 4 eran cada vez más frecuentes.

El último año encontré a Jorge más irascible, más rudo, enfadado, contestón, y más distanciado de mí, pero lo achaqué a los nuevos negocios, también estaba ayudando a Jacobo puesto que la empresa de Mar y Jacobo no iba tan bien, y tenían problemas económicos, pero de eso yo no sabía mucho, porqué Mar me decía que Jacobo no le quería contar mucho.

Hasta que todo explotó al cabo de unos meses, me dijo que me dejaba y que empezaba una relación con Mar, y que llevaban viéndose y en una relación paralela un año.

Me quise morir, el impacto fue algo indescriptible, el dolor agudo del desamor, de la vida cayéndose, desmoronándose , de la infidelidad, de la traición……. Fue tan duro el golpe que estuve sin poder salir de la cama un mes.

Ninguno de los dos me dio ninguna explicación, yo tampoco la pedí, cuando tuve un poco de fuerzas, me quise ir de casa, e irme a uno de los pisos que teníamos juntos fruto del patrimonio que habíamos ido comprando.

Cuál fue mi sorpresa cuando en los últimos años, él había modificado cosas de la empresa que yo firmaba sin más, y le pertenecía todo a él, por lo que me ha dado auténticas migajas, y me ha dicho que, si quería algo, que me pusiera a trabajar.

No sé qué es lo que me ha dolido más, si la traición o cómo me ha podido dejar en la situación actual, despojándome de todo para dárselo a alguien que, sin yo darme cuenta ha actuado como la arpía más grande del mundo, puesto que cuando vio a su marido caer, se agarró al mío para poder seguir disfrutando de todas las comodidades que le daba el dinero.

¿Os preguntaréis que opina mi hijo? Pues él no se quiere meter…… custodia compartida, para lo poco que le queda, y evidentemente, prefiere todas las comodidades que le sigue ofreciendo su padre.

Ver para creer, pero la vida, a veces, es así de injusta.

Aunque yo, estoy esperando el Karma, si es que existe, que les explote.

 

Anónimo

Envía tus movidas a [email protected]