El momento de «presentar mi novio a mis padres» es algo que tarde o temprano tiene que llegar. Si tu objetivo es que tu pareja y padres interactúen con normalidad, en algún momento tendrás que presentarles. Si ese no es tu objetivo y quieres evitar esta formalidad, déjate de complicaciones. Mi novio es heavy y mis padres de VOX. IMAGINATE EL SARAO QUE SE MONTÓ.

Mira, te explico: mis padres son muy creyentes y conservadores. Bueno, lo que decimos todos. NO. Mis padres son de Opus Dei, su nivel de conservadurismo llega a unos niveles que son incompresibles para tu mente lógica.

Cuando yo tenía 16 años, presencié una conversación durante la cual mi tutora le preguntaba a mi madre “¿Ya sabes con quien se podría casar?” – ESE ES EL NIVEL – Para ellos debía haberme casado antes de los 30, debía trabajar por ocio más que por necesidad y a estas alturas debería tener un marido de VOX con apariencia de torero, 4 hijos y debería vivir en un chalet.

¿Qué pasa? Que tengo 34 años, soy directiva y sí, trabajo por ocio pero también por necesidad y por si eso fuera poco, tengo sobrepeso y encima mi novio es heavy. Si, heavy con apariencia de motero canalla, ateo, sin estudios universitarios y músico. Pensarás «¿Pero cómo que mi novio es heavy?» «¿Estás intentando asesinar a tus padres a disgustos?» y la respuesta es: … Puede. A ver… no me tomes en serio que era es broma.

Pero mira, las decisiones que tenemos que tomar son para nosotros. Tus padres no van a ser quienes le aguanten el mal humor o el olor de pies a tu pareja, así que tira toda esa mierda por la ventana y piensa en ti. Mi novio es heavy y la mierda de ruido que escucha me la voy a tragar yo, además de recoger todos los pelos que deja a su paso (barba y pelo largo).

Tampoco te voy a engañar: yo cuando empecé con mi novio no tenía planes de que durásemos más de 2 meses. Me refiero, a mí me gustó por su físico. Yo le veía y pensaba “Le quiero follar de todas las maneras que me deje” (¡Ay señor si me oyeran mis padres!) Y pues las cosas se alargaron, una cosa llevó a la otra (me metía unas comidas de coño que no las tienen ni en el jardín de San Pedro y me traía el desayuno a la cama, punto, no necesito más) y resulta que llevamos más de 3 años juntos.

Estos fueron los pasos que seguí para poder presentar mi novio heavy a mis padres de Vox

1- Contarles que tenía pareja y darles datos básicos

Les conté que estaba viendo a alguien y les di datos básicos sobre mi novio para que pasara el primer filtro de unos padres de VOX: Nos estaba saliendo con una mujer, estaba saliendo con un chico que además tenía trabajo y que se le daba muy bien respirar. Les conté que mi novio tenía padre, madre y hermanos, que no eran ni ocupas, ni comunistas, ni judíos. Comenté que no era negro y conté dónde vivía, que nos llevábamos muy bien y que éramos muy felices.

2- Hablarles de las cosas buenas de mi pareja

Antes de que ellos pudieran extrapolar ideas o buscarle en Facebook y esas cosas, les fui contando cosas que ellos considerarían positivas mientras poco a poco les iba colando las cosas que no les gustarían. Cosas como: no vive de alquiler, que es propietario de su piso, que es bastante conservador y no entiende ni las relaciones abiertas ni a las personas que se pueden pasar 1 año entero en paro. Además les conté que su familia no es creyente pero que él reza todas las noches y se plantea la existencia de Dios. Es importante la manera en la que transmites las cosas, porque cuando mi madre me preguntó a ver si estaba confirmado mi respuesta fue “¿Pero cómo va a estar confirmado o bautizado?¡Si sus padres no son creyentes!¿Que quieres, que sean unos hipócritas?

3- Enseñarles una foto de mi pareja mientras no estaba con ellos

Yo sabía que esto iba a suponer un shock fuerte porque la estética de mi novio no es ni normativa ni del agrado de mis padres. Pero un día me lancé a mandar al chat de la familia una foto de nosotros dos juntos con el texto “Este es mi novio”. Yo, con la raya al lado y mis pendientes de perla y mi chico con una barba hasta el pecho, su pelo largo y una camiseta de Iron Maiden. ¿Y sabes qué pasó? ¡Chan chan chan! NO HUBO RESPUESTA. Tanto mi padre como mi madre vieron la foto pero no comentaron nada, ni cuando volví a verles en persona. Me hubiera gustado oír la cantidad de barbaridades que seguro comentaron entre ellos.

4- Rebeldía parental

Esto es complicado. Tus padres saben dónde te duele, pero recuerda que ellos basan su juicio en ideas extrapoladas. Yo desgraciadamente tuve que oír mucha mierda. Cosas como: “Estas con él porque estás gorda y no puedes acceder a nada mejor” “Qué bajo has caído” “A mí me gustaría que estuvieras con alguien presentable” “¿No te da vergüenza ir con él por la calle?” y mil mierdas que me hicieron daño. Pero bueno, yo era consciente de que esta etapa iba a existir y estaba completamente concienciada de aguantar y navegar contra corriente hasta que la tormenta pasara. Yo encontré una manera de gestionar estos comentarios: me quedaba mirando a un punto fijo en la pared, le daba al play al spotify de mi mente y recordaba todas las veces que me había corrido en la boca de mi chico.

5- Darles tiempo para que lo asimilen

El tiempo es clave. La tormenta parental duró aproximadamente 3 meses hasta que el vendaval empezó a apaciguarse. Un día de repente te das cuenta de que ya no te insultan por estar con él y que ya han aceptado la idea y que han dejado de oponerse y resistirse a la realidad. Es como cuando acabas comiéndote el plato de coliflor que tanto asco te da: No lo hacen con gusto pero al menos ya se les ha ido por la boca toda la furia y llegará un momento en el que dejarán de hacerte daño. Cuando lleven un par de meses de calma y hayan aceptado la idea de que tú has elegido estar con él, es el momento de dar el siguiente paso: La presentación oficial.

6- Presentación oficial

Después de todo lo anterior, la presentación pierde peso e importancia. Sabía que presentar mi novio a mis padres podía crearnos problemas a nivel de pareja y tanto mi chico como yo pasamos unos días complicados. Ensayamos 20 veces cómo debería responder a ciertas preguntas y mira, si te soy sincera, la presentación fue mucho mejor de lo que esperábamos. Mis padres ya tenían asumidas todas esas cosas que creían conocer de mi novio. Tenían una pésima imagen de él por su apariencia física, gustos musicales y entorno familiar. Cuando se dieron cuenta de que podía hablar con normalidad sin dar gritos o comerse los mocos fliparon.

Mi chico es una persona muy curiosa y muy culta. Comenzó a hablar con mi padre de historia e incluso le corrigió a mi padre en varios detalles. A mi padre no le gustó una mierda, pero mira, le puso en su lugar y se sorprendió mucho. También he de decir de que tuve mucha suerte: mi chico es un salado. Gracias a eso, su sentido del humor y su capacidad para no tomarse estas cosas muy enserio pudimos charlar durante más de 3 horas con tranquilidad.

7- Opinión final

Después de conocerle, mis padres cambiaron un poco de opinión. Mi chico seguía sin estar bautizado y sin llevar la raya al lado con gomina, pero al menos pudo echar abajo la terrible imagen que mis padres se habían montado en la cabeza. Mis padres no volvieron a cuestionar mi elección y empezaron a tratarle con normalidad. Tuve una suerte que no me la creo ni yo ¡Pero Ojo! Después de la presentación oficial hay personas que vuelven a la etapa de “rebeldía parental”.

Al final se trata de alargar un proceso que tarde o temprano tendrá que concluir, porque supongo, que por más de VOX o Opus Dei que sean tus padres, su objetivo es tener una buena relación con sus hijos.

¿Mi consejo?…. No te apures ni te estreses con esto de «presentar mi novio a mis padres».

Tómatelo con todo el humor que puedas y ármate de paciencia. DE PACIENCIA Y CROQUETAS.