¿Nunca te ha pasado que sientes predilección por un grupo de chicos que se dediquen a algo en concreto?

Tengo un montón de amigas que ven un poli y se les caen las bragas, otras que desean un novio informático para que les solucione la papeleta, algunas que buscan un médico o un dentista y luego yo, tonta de mí, que siento predilección por los músicos.

Todos y cada uno de mis ligues han tocado un instrumento, han hecho sus pinitos en un escenario o han liderado grupos que se pensaban que eran los Oasis de su barrio.

Como sé de lo que hablo, no salgas con un aspirante a estrella del rock porque te va a amargar la existencia.

No me cansaré de decir que no lo hago por generalizar, pero después de que me hayan ocurrido cuatro veces las mismas cosas, tenéis que saber las consecuencias de estar con un hombre que desea e intenta ser el nuevo Lenny Kravitz.

Lo primero que te va a pasar con un rockero de pura cepa es que vas a ver que es multipolar. Habrá días que te dedicará sus mejores sonatas porque sabe que estáis conectados y al rato pensará que aspiras a algo mejor o incluso que no sois órbitas en la misma galaxia.

Otras de las cosas que odio es el momento: “No te acerques mucho, que si tengo fans, las vas a espantar y gracias a ellas yo sigo mis sueños”. Sí, nena, te lo digo y confirmo, esta mierda te la dicen acariciándote la cara para que no sepa tan mal. Y no queda la cosa ahí, borra de tu mente poner en el estado de Facebook que ese personaje es tu novio, aunque lleves con él un tiempo en esa montaña rusa del amor. ¿Por qué? Por las fans….

Yo no soy nada celosa, pero llega un punto que te toca la pepitilla porque lo que realmente parece es que quiera zumbarse a la primera que le pida una foto.

 

 

Yo soy fan de mucha gente que está casa y me jodo y me aguanto. No dejan de gustarme porque no sean accesibles, pero ellos no lo piensan así……

¡Seguimos para bingo! Si alguna vez tienen una actuación “importante” y vas de cualquier manera, te lo echarán en cara. En una ocasión no me arreglé para un concierto y una esas ricuras me soltó que hasta su madre se había pintado los labios para ir a verle.

Si esto te ha parecido fuerte, piensa que si no eres el prototipo de chica que ese petardo sacaría en una portada del CD, dejas de ser su novia, compañera o la tía a la que se tira y pasas a convertirte en una gran amiga que hace unas fotos de puta madre. Si te ocurre, huye y busca algo mejor porque te lo mereces.

El summum viene en el momento que se dedica a componer y tiene unas 15 canciones con nombres de señoras con las jura y perjura que no ha estado, pero da la casualidad de que el tuyo, no rima. ¡Qué difícil es ser amante, cantante y poeta!

¡En fin! Puede que la culpa sea mía por rodearme de indeseables que no valoraban mi presencia en un mundo en el que su ego era más cegador que el más potente de los focos.