Primark ha aprovechado este pequeño break de calorcito que hemos vivido para sacar el armario de verano, y joé, qué verano nos espera. Cuando hice mi primera excursión este puente, la mitad de las cosas ya habían volado, y la gente estaba como loca comprando sandalias, pantalones cortos y gafas de sol molonas. Pero alguna cosa conseguí comprar, porque pa’ chula yo, y si me tengo que pegar con alguien para conseguir el vestido de mi vida, lo hago.
Este verano se pueden ver dos tendencias claras: lo tropical y lo marinero. Y qué queréis que os diga, yo soy una sucker por cualquiera de los dos, porque qué hay más veraniego que las rayas y las palmeras? NADA.
Lo primero que quiero decir es que, no sé por qué, pero la variedad de tallas era bastante justita. Yo llevo una talla 46, y la verdad es que había pocas cosas (que no me quejo, porque ya me compré más que en cualquier tienda de Inditex, pero tú sae). Una vez dicho eso, la verdad es que lo que entraba…ERA MARAVILLOSO.
Una de las cosas que más vi fueron los vaqueros con motivos tropicales, tanto cortos como largos. Yo al final me acabé llevando a casa los de palmeritas, porque eran los más cómodos (de tiro alto, y un poco anchitos, rollo mom jeans) y los más preciosis de la vida.
(además, mirad lo jodidamente maravillosos que me van a quedar con mis sandalias nuevas de CUATRO EUROS)
Las blusas de flores y colores chillones estaban por todas partes, pero si una se tiene que llevar la palma, es esta:
En las dos veces que fui, no encontré NI UNA. Ni siquiera en una 34. CERO. DESAPARECIDA. Espero y rezo a dios por que vuelvan a reponerla cuanto antes, porque es la camiseta más bonita del universo y me he quedado con unas ganas enormes de probármela. AMANCIO DE PRIMARK, ESCUCHA MIS PLEGARIAS, POR FAVOR.
Aunque la verdad es que los vestidos fueron lo que más me gustaron: cortos, largos, de flores, multicolores, funkies a más no poder… pero todos con una cosa en común: el estilo bardot, que se va a seguir llevando (aunque esta vez, traen tirantes de quita y pon por si no te apetece tener que llevar sujetador de palabra de honor para que no se vea).
De todos ellos, mi favorito es el de rayas, porque me hace sentir como la Rihanna más blanca nuclear de la historia.
Por último, en zapatos y complementos no había mucha novedad. Los capazos ya tienen su propio post, así que echadle un vistacillo, pero más allá de ellos no había mucho más a destacar. Aunque esta bolsa (y este colgante) tienen un lugar especial en mi corazón:
