Pues sí señoras y señores, se me notan los pezones porque tengo tetas. Concretamente dos. Y a lo mejor también se me notan porque no llevo sujetador. «¡¡Madre mía!! ¿Pero qué dices? ¿Qué no llevas sujetador?». Pues mira no, no llevo. ¿Y qué?

¿Os suena esto? Porque seguro que, si alguna habéis dado el paso al igual que yo a desprenderos de esta incómoda prenda, seguramente os hayáis encontrado en situaciones similares y ante comentarios parecidos.

Harta de situaciones cotidianas como: «con lo a gusto que voy por casa sin sujetador, ahora tengo que salir a la calle y me lo tengo que poner». ¿Me lo tengo que poner? ¿Por qué tienes que hacerlo? Si es una opción personal entonces estupendo. Eres libre tanto de llevarlo como de no llevarlo. Pero si vas cómoda sin sujetador por casa, ¿quién te impide no ponértelo para salir?

Déjame que te conteste. Tú. Te lo impides tú, tus barreras mentales y los prejuicios y complejos de mierda que, una vez más nos inculcan a las mujeres. Parece que, a la hora de vestirnos y ponernos la ropa interior, (las bragas, el tanga, los calcetines o las medias), el sujetador sea una prenda imprescindible antes de ponernos encima cualquier otra prenda.

¿Cómo en pleno año 2020, siglo XXI, sigue existiendo este tabú y está sorpresa ante algo así? La verdad es que no lo entiendo. Creía más evolucionada a la especie humana pero aún, de vez en cuando, alguien con cerebro prehistórico me sorprende. Con esto no quiero yo decir que todas las mujeres tengamos que dejar colgado el sujetador para siempre. Por su puesto es igual de respetable quiénes lo quieran llevar. Pero… ¿Qué problema hay con las que decidimos no llevarlo puesto a todas horas?

No sólo hay que justificarnos por no llevarlo, sino que además tenemos que soportar otras tantas situaciones incómodas como por ejemplo ir por la calle y observar cómo, alguna que otra persona se te queda mirando a las tetas. Hombres y mujeres ¿eh? Que si ya me parece extraño que un hombre se extrañe por ver dos tetas o dos pezones… Que lo haga una mujer que, exceptuando el tamaño y forma de unos pechos a otros tiene exactamente lo mismo que todo el mundo… DOS TETAS. Tiene mucha tela.


Motivos por los que decidí no llevar sujetador a todas horas

En primer lugar: el sujetador me molesta. Me estorba. Me hace daño por los aros. Me hace sudar, y, en consecuencia (a veces) me hace heridas.

En segundo lugar: porque me da la gana.

Que no lleve sujetador cada día a todas horas hasta que me acuesto, no quiere decir que no me lo ponga nunca, jamás de los jamases. Quiere decir que me siento libre para ponérmelo cuando lo creo necesario y cuando no me da la gana, pues no me lo pongo y se acabó.

Quizá alguna de vosotras, que estáis leyendo esto, os hayáis planteado alguna vez dejar de usar sujetadores, pero no termináis de dar el paso por esa «vergüenza» que da el no llevarlo. Salir a la calle y que se note. En ese caso, si queréis ir poco a poco, mi consejo es que empecéis por buscar sujetadores mucho más cómodos, cada vez más finos, sin aros… Hasta que os sintáis lo suficientemente cómodas como para un día salir a la calle con la cabeza bien alta y las tetas bien puestas y decir: «aquí estoy yo y mis dos melones» 

En fin, que después de divagar muchísimo sobre el tema, he llegado a la conclusión que quién tiene que sentir vergüenza porque se le noten los pezones no soy yo, ni vosotras. Es la gente que aún no ve esto como algo normal y natural. Sentíos libres para hacer en cada momento lo que os apetezca y como decía al principio… ¡Qué vivan los pezones libres y revueltos y que les den a los complejos!

 

Merche Martínez / IG: @merchehache