La música clásica, al contrario de lo que se piensa, puede ser realmente divertida, dinámica, alegre. Puede usarse para mejorar estados de ánimo, para concentrarse, para bailar, para relajarse y para cualquier cosa. Pese a que suele caer una losa de aburrimiento sobre ella, eso es porque aún no la conoces. 

 

Johann Strauss, Tritsch-Tratsch-Polka

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Para comenzar no podía faltar uno de los compositores más populares de su tiempo. Sus piezas fueron de lo más de moda en los bailes de la época. Las polkas una de las piezas más vertiginosas y divertidas. Aquí te traigo una de las más conocidas del compositor austriaco.

 

Rossini, Obertura Guillermo Tell

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Seguro que si te paras a escucharla antes de nada, te suena. Es esa pieza mítica que luego casi nadie recuerda de dónde es. Rossini, demuestra en la Obertura de toda la energía que se es capaz. Con este vibrante comienzo te pueden poner las pilas hasta de un lunes aburrido.

 

Mozart, Sinfonía nº 31  «París» 

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Mozart es uno de los grandes obligados en cualquier lista de música clásica. No solamente por lo prolífico que fue, ni por su gran capacidad para engrandecer la música. Sino por tener el gran poder de no tener ni una sola pieza aburrida. No siendo una de sus piezas más complejas, nos encontramos con alto rítmico, alegre y vivo. Incluso si cerramos los ojos, podemos imaginarnos lo efervescente del París de la época del compositor austriaco.

 

Nikolai Rimsky-Korsakov, El vuelo del moscardón

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Cómica, a veces disparate, anecdótica. El vuelo del moscardón, es como una especie de pieza musical visual y grafica que se nos puede presentar como un sketch de la naturaleza. Sin dudarlo la has escuchado muchas veces sin caer ni de quien era ni de dónde. Si te gusta te invito a escuchar más cosas de este compositor ruso creador de piezas magnificas como “Sherezade”.

 

Tchaikovsky: Danza china

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No podía faltar un fragmento de la película de Disney “Fantasía” (1940) en una lista de este tipo. De la película rescato, una pequeña pero delicada pieza del ballet “El cascanueces”. Curiosamente dicho ballet era una de las obras que menos le gustaba a su compositor, siendo un clásico de cada Navidad en el mundo anglosajón. Sé que con la animación con las setas la pieza tiene un plus, pero sé capaz de escucharla cerrando los ojos y verás también su capacidad de ser realmente cualquier cosa menos tediosa.

 

Ainhoa Escartí