Pasa en cada grupo de amigos, en el trabajo e incluso en algunas parejas. Gente que mira para otro lado, que evita el conflicto, que necesita agradar aunque no le guste lo que haga. Gente con miedo a comprometerse, a que le hagan daño.

Están los que mueven una piedra y hablan como si hubiesen movido una montaña y los que mueven una montaña en silencio.

La vida no es un camino de rosas, es una ruta de senderismo empedrada y cuesta arriba pero no para ti, para todo el mundo.

Y nadie quiere una discusión, un conflicto o un mal rollo, pero para mí es infinitamente peor callarme lo que siento. Lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, se convierte en estrés, ansiedad, se nos hace nudos en la garganta, se materializa en forma de nostalgia, de error, de tristeza. Lo que no decimos no se muere, nos mata.

Compañeros de clase haciendo bullying a otro, un novio egoísta, una amiga déspota, una broma de mal gusto, una situación injusta, un comentario despectivo… Situaciones del día a día que nos ponen en el disparadero y nos colocan a un lado o al otro de la estrecha línea que diferencia lo permisivo de lo injustificable.

¿Miedo de defender a alguien a quien hacen bullying porque te lo puedan hacer a ti? Sólo te convierte en abusón por omisión. ¿Miedo a decirle a tu pareja lo que piensas por poder perderla? ¿Seguro que esa relación te hace feliz? ¿Miedo a decirle a tus amigos que no acosen a una mujer por parecer menos hombre? ¿Qué es para ti ser un hombre? ¿Miedo a decirle a tu amiga que se equivoca? ¿Que tu madre deje de meterse en tu vida? Es desde luego una postura cómoda. Y la comodidad siempre es infeliz, por cobarde. El camino correcto es el que te hace sonreír.

Si pierdes a alguien por mostrarte tal y como eres, no has perdido nada. A veces se gana, a veces se pierde, pero siempre se aprende. Y a veces lo más valiente es no aguantar No es que no sea el momento adecuado, es que te faltan cojones.

@LuciaLodermann

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