Seamos sinceras, ladies. El Karma existe. O al menos yo lo creo así. Somos un cúmulo de energía, vibraciones que se vuelven positivas o negativas en función de nuestros actos y lo que es más importante, el impacto de nuestras acciones atraerá energía en la misma frecuencia de onda que emitamos.

En resumen: Que si eres gilipollas, el Karma te va a dar hostias hasta en el carnet de identidad. Así, sin más.

Y si no, que levante la mano a quien no le haya pasado alguna de estas situaciones.

1) Le has puesto los cuernos a tu expareja o te has liado con el novio de tu amiga:

Eso, señoras, es el Karma en estado puro. Si has sido una cabrona con alguien que te quería o confiaba en ti, la próxima vez que te enamores de verdad, el chorbo en cuestión va a pasar de tu culo o  te va a tratar fatal. Lo que se viene llamando Karma in da face.

 

 

2)Te ríes de alguien que se cae y te caes tú:

Tus niveles de maldad rozan los límites de la ciencia y el Karma lo sabe. Te has reído cual foca epiléptica del hostión de tu amiga y ahora la vida te lo devuelve. Sabes que te lo mereces, así que no te quejes.

 

3) Cuando te alegras de que a cierta persona odiosa no le cierren los vaqueros o tenga celulitis:

Holis, soy el Karma. No desees el mal ajeno, nunca. Bajo ningún concepto, porque haré que te salga el grano más grande y asqueroso jamás avistado. Justo en la cena de empresa, tu graduación o cualquier acto en el que necesites estar divina. Hasta nunki. #Thuglife

 

4) Cuando te encuentras algo que no es tuyo y no lo devuelves:

Ajá. Sí, sí, tú. Qué tú y yo sabemos que más de una vez te has quedado con algo que no era tuyo. ¿Qué pasa, que había un nazgul custodiando la comisaría? Más te vale jurar por Quim Gutiérrez y su pene que no volverás a quedarte con algo que no es tuyo, porque puede que algún día pierdas la cartera, el ipad o tu amado russian red de MAC y nadie te lo devuelva.

 

5) Cuando entregas un trabajo y/o informes a última hora:

Te has pasado toda la tarde viendo Breaking bad y ahora te sientes culpable porque no has estudiado o entregado un trabajo importante. Da igual lo mucho que te esfuerces en hacerlo bien porque vendrá un maremoto, un tsunami o corte de luz y te apagará el ordenador. Y lo que es peor, no puedes restaurar.

 

Y por si me está leyendo, señor Karma, quería aprovechar para decirle que le he escrito una lista de personas a las que tiene que hacerle una visita, que sé que está usted ocupado y quiero agilizarle el trabajo…