Antes de nada, antes de que me echéis a los perros, quiero decir que esto lo escribo desde mi yo más personal y cuenta como una opinión personal de persona con discapacidad a la que no le gusta que se refieran a ella como persona con diversidad funcional.
Resulta que os leo en comentarios siempre, aunque no me pronuncie, y ya varias veces habéis comentado que no es correcto decir «tener discapacidad» sino que hay que decir «tener diversidad funcional». Pues bien, siento mucho deciros que no me gusta que me digan que tengo diversidad funcional.
¡Ay, Mari!, que ya la vamos a empezar a liar.
Uno de mis nichos de escritura es la visibilización de la discapacidad. Me considero una persona que aboga bastante por nuestros derechos y que constantemente está mostrando en redes cómo es el día a día de una persona con discapacidad(es). Si no nos hacemos visibles, se reduce mucho la posibilidad de que se nos escuche y haciéndonos escuchar es la única forma en la que conseguimos más derechos que nos ayuden a alcanzar esa igualdad ansiada.
El término diversidad funcional es peligroso y lo es porque todo el mundo se puede incluir alegando que cada uno funciona de una manera diferente y, razón no les falta. Sin embargo no, no todo el mundo tiene discapacidad y me gustaría que quedase muy claro esto. El incluir a todo el mundo en el saco de la discapacidad es un error muy grande, somos una minoría.
Siempre he abogado por la igualdad, evidentemente el término minusválido el cual ya no se usa (siempre hay algún tonto por ahí que sí lo usa) supone un ataque a la integridad de las personas ya que considera que alguien con discapacidad vale menos que alguien sin ella. También prefiero decir que tengo discapacidad en vez de decir que soy discapacitada ya que suena menos fuerte y considera mi discapacidad como otra de mis muchas características como persona.
Ahora bien, si tienes discapacidad y prefieres que la gente capaz de tu entorno diga que tienes diversidad funcional, estos deberían referirse a ti en la manera en la que quieras. Por otra parte, si me lees y no tienes discapacidad pero conoces a alguien que sí, asegúrate de que te estás refiriendo a esa persona de la manera en la que esta desea. No me opongo a que cada uno se haga llamar como quiera, lo que sí me gustaría enfatizar es el peligro que supone la inclusión de los capaces en el saco de los que no podemos.
A mí, sinceramente, me repatea en exceso que me digan que tengo diversidad funcional porque no es que funcione diferente es que hay cosas que no puedo hacer y punto. Hay ciertas capacidades que no tengo y no pasa nada, NO PUEDO. Llevo años trabajando el aceptar mis limitaciones, con y sin ayuda profesional. No hay connotaciones negativas en el tener discapacidad, solo apunta a que hay cosas que no podemos hacer y está bien pues de esta manera visibilizamos nuestra realidad y ayudamos a los que vienen detrás a que tengan una vida un poco más fácil que la nuestra.
