Últimamente me llama mucho la atención un factor que vengo observando desde hace tiempo, casualmente se da muchísimo mas en población femenina, cuando mis amigas cuentas sus mierdas lo veo, cuando muchas de vosotras os ponéis en contacto conmigo por correo, o cuando escribís en el foro aparecen siempre las frases de:

«perdón por el tocho que os he escrito» «perdón por la tabarra que os estoy dando» «perdón por todo el rollo que os estoy contando» y un largo etcétera de perdón, perdón, perdón….

Y yo me pregunto, ¿por qué tenemos esa necesidad de justificar constantemente que necesitemos desahogarnos? vivimos en el mundo del chachi piruli, donde tenemos nuestras queridas redes sociales a tope de momentos  happy, vacaciones, es decir, fardamos de vida, y me parece estupendo, pero todos sabemos que esta imagen no es permanente, y que tú y el de al lado, tenéis también días mierder ¡Y no pasa nada!

El problema viene cuando solo te rodeas de gente que te hace creer que solo puedes compartir lo bueno, o simplemente este ahí cuando tu estés bien y feliz, porque seamos muy claros, cuando todo va bien mantener una relación del índole que sea es super sencillo, pero ammmmiiigaaaa mía cuando aparecen las dificultades es cuando la cosa se pone chunga.

Es aquí donde tenemos que ser muy conscientes de la gente que nos rodeamos, porque a mi cuando una persona me pide perdón por desahogarse, me está diciendo que otras veces a intentado hablar con alguien de este tema o cuando no ha estado bien, y o bien la han ignorado o le han dado el consejito fácil de «no te preocupes tu puedes con todo ya verás como todo sale bien» (yo mataba al que me soltaba esta frase de mierda)

Entonces debemos plantearnos realmente que tipo de relaciones estamos teniendo, cuando pedimos perdón por estar mal y por necesitar que nos escuchen,  amigas mías tiene que cambiar, no podemos dejar que nos pase a nosotras mismas ni a las personas que nos rodean.

Por lo que cuando escuches a alguien pedir perdón por esto haz lo siguiente:

  • Recuérdale que no tiene que pedir perdón por eso, y que te sientes alagado de que confíe en ti para compartir esa cosa o situación que tanto le preocupa
  • La amistad consiste en lo bueno y en lo malo, la que está para salir de fiesta y emborracharse hasta las 6 de la mañana un sábado, también tiene que estar un domingo a las 6 de la tarde cuando te da el bajón de tu vida
  • Que puede confiar en ti, que es posible que en otros momentos no haya sentido de otras personas esa conexión o no se ha sentido escuchada, pero que en ti puede confiar y que la vas a escuchar las veces que haga falta
  • Por supuesto que lo que te cuente queda totalmente entre vosotras, ya que muchas personas desconfían de otras porque ya se la han jugado antes
  • Que sepa que no tiene que llegar al punto de no poder aguantarse más las palabras, que en el momento que algo la preocupe lo puede compartir contigo

Vivimos en una sociedad muy exigente donde estar mal parece que no está permitido, que la tristeza no existe, o los problemas, y si es así aprende a gestionártelo tú solo, y muchas veces no se puede. No hay nada mas terapéutico en este mundo que poder verbalizar y hablar de lo que te pasa, y que muchas veces decirlo en alto te ayuda a verlo de otra forma.

Aprender a escuchar y a verbalizar lo que nos pasa es un síntoma de buena salud mental, por eso es tan sumamente terapéutico quedar a tomar café con las amigas, donde podéis estar horas y horas hablando del mismo tema y parece que nunca se acaba, pero por lo menos lo has soltado.

Todos merecemos ser escuchados sin esperar nada a cambio, sin reproches y sin miedos, solo es cuestión de elegir a las personas adecuadas y alejarse lo máximo que se pueda de las que no te ayuden.

 

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja

correo: [email protected]