Odio que me digan conformista por no tener lo que todos desean.
Esta historia se basa en algo que me pasó hace poco. Tengo una amiga que me reclamaba para que tomásemos café y, como he estado de vacaciones, pusimos fecha.
Es una antigua compañera de la carrera que solo queda conmigo para restregarme su estatus y logros económicos. Pensaba que, como había sido madre, me querría presentar a la nena, pero no era eso lo que me quería contar.
Este año ha habido dos clases de personas: los que se han enriquecido con la situación de la pandemia y han seguido trabajando, y los que han perdido su trabajo o están metidos en follones de ERTES y demás.
Esta chica se ve que ha tenido mucha suerte durante esos meses de estar en casa y, aparte de haber sido madre, se ha comprado un Jaguar.
Nada más verme me dijo: ¿Y tú no te has comprado nada nuevo? ¿No crees que aspiras a más de lo que tienes?
¿De verdad tenía más ganas de enseñarme su coche que a su hija? ¿Solo quería verme para restregarme que ahora tiene un cochazo? ¿Tan baja tiene su autoestima que necesita mostrar superioridad económica?
Mi respuesta fue la siguiente: No y no necesito más cosas para ser feliz, me encanta lo que tengo.
¿Nunca os han hecho sentir que vuestras pertenencias son insuficientes? A mí sí y es algo que no entiendo.
Mi casa es un piso antiguo que he reformado junto con mi pareja. Igual no saldría en una revista de interiorismo, pero tiene mucha personalidad y se nota que es nuestra. Mi coche tiene 13 años y espero alargarlo un par más, por lo menos, porque consume poco y no necesito más si trabajo desde casa. Siempre que puedo hago escapaditas, viajes y cenas a sitios chulos. ¿Qué más puedo pedir? Me encanta mi vida tal y como es, ¿para qué necesito cambiar nada?
Esto me ha dado que pensar. Si no quieres cambiar nada de tu día a día, ¿te conviertes en un conformista? Y si fuera así, ¿qué tiene de malo conformarse con lo que te hace feliz?
Tener más cosas no te hace ser más rico, aunque haya gente que todavía lo dude.
Si volviera a nacer, dudo que me hipotecase hasta las cejas por una casa que no me puedo permitir, un coche que gasta más que yo en rebajas y criticar a todos aquellos que no estén a mi nivel.
Igual, lo que pasa, es que la gente necesita tener algo para el postureo para sentirse mejor fardando, o puede que el hecho de poder hacer postureo les haga felices, pero una servidora siempre ha sido partidaria de bacilar sobre las ofertas increíbles y chollos inesperados que comentar que voy por la vida con un fajo de billetes.
Si tu satisfacción viene dada por la desgracias de los otros, háztelo mirar. No apagues las luces de otros para brillar más, sino que vale la pena que prestes tus bombillas a otros que no lo pasan tan bien en este momento. Y ante todo, ¡sé feliz!
