¿NO TE HAS ENTERADO? SI ERES MADRE, NO PUEDES SER SEXY  

 

Por lo visto, es de todos conocido que una vez tienes hijos, tienes que dejar de ser sexy, y ahí está Megan Fox dándolo todo en la alfombra roja sin saberlo. Ironías aparte, la actriz ha dado una entrevista para un medio británico (The Evening Standard) en la presentación de su última película, y entre otras cosas ha contado cómo la ponen a parir por vestir como le da la real gana y posar sensual teniendo tres chiquillos.

Vamos a ver, te puede gustar o no su estilo, pero ¿decirle qué tiene que ponerse o cómo comportarse para ser una buena madre? ¿Qué disparate es este? ¿A dónde vamos, al siglo XIX? ¿Ésta es la sociedad libre y equitativa que queremos para nuestros hijos/as?

Vivimos en un mundo en el que se nos juzga por todo. Por ser mujer, por ser o no madre, por envejecer mejor o peor -según los cánones de los iluminados-, por ser gorda o delgada, por trabajar fuera o en casa. Por publicar tu vida en las redes sociales o por carecer de ellas. Y esta gente, en vez de preocuparse por vivir su vida, tienen que meterse en la de los demás. 

Qué saben ellos lo que hay detrás de cada una, los quehaceres y problemas que tenemos en nuestra realidad cotidiana. ¿Acaso no los tenemos todos?

Yo les digo a estas personas:  ¿QUÉ MÁS OS DA? ¿Os va a suponer una mejora en vuestra vida, os va a dar sueldo al final del mes, os va a curar la hernia que seguramente estéis criando con todo ese malaje? PUES DEJAD DE CRITICAR.

Dale duro Megan cari

Pero, ¿sabéis lo peor de todo? Que una gran parte de estas opiniones vienen de nuestras propias filas.

Una amiga siempre me dice que el peor enemigo de una mujer es otra mujer. Y yo me niego a creer esto. Me negaba, más bien. Porque poniendo atención me parece increíble la cantidad de barrabasadas que nos lanzamos entre nosotras, por cualquier cosa. Y es que, tal y como Megan dice, la mayor parte de los comentarios que ha recibido son femeninos. Y eso duele todavía más.

No, señoras, basta ya.

Basta ya de juzgar por no seguir lo establecido.

Basta ya de juzgar basándonos en las apariencias.

Basta ya de juzgar siguiendo un falso código moral impuesto por una perspectiva masculina.

Basta ya de juzgar porque otras hagan cosas que nosotras no hacemos.

 

Entiendo que es difícil deconstruirse cuando se ha criado con este bagaje del heteropatriarcado, pero simplemente por empatía de ser otro ser humano, y de que no te gustaría que te insultasen a ti, deberíamos medir las palabras. Y quizás aprehender.

Hemos sido personas antes que madres y seguimos siéndolo después. Porque ser madres nos acompaña el resto de nuestra vida, pero otras facetas también. Es muy triste que nos pongamos la zancadilla en estas cosas y aún más triste que siendo madres, sabiendo lo duro que es, haya otras madres que se permitan el lujo de enjuiciar. 

Bastante solas, culpables y cuestionadas nos sentimos nosotras mismas a veces como para recibir  rechazo cada vez que no hacemos lo que se espera de una devota madre. Durante el embarazo sólo preocupa el bebé, luego en el postparto explota el cóctel de hormonas mientras lidiamos con la nueva situación y la gente sólo pregunta por la criatura, y en su infancia meten presión por el tipo de crianza que les estamos dando. ¿Y encima tenemos que comernos críticas de desconocidos sobre nuestra manera de ser y comportarnos en otros ámbitos de nuestra vida por el hecho de ser madres?

 

PUES VA A SER QUE NO.

Como mujeres y como madres, nos vestiremos y actuaremos como nos salga del papo, sin el beneplácito de conocidos o desconocidos que opinen sobre nuestro cuerpo y mente gratuitamente. Mucha bilis echa gente que seguramente tenga envidia de no poder hacer lo mismo por vivir encorsetada en sus normas castas e inamovibles.

Las dueñas de nuestros cuerpos somos nosotras mismas, y la única opinión que tiene que importarnos es la nuestra.  Tengamos el tipo que tengamos, seamos como seamos, nuestros hijos no dejarán de querernos por ir en minifalda o llevar jersey de cuello alto. Se avergonzarán de nosotras en la adolescencia porque es su idiosincrasia, y crearán dramas por todo lo que nos rodee, pero con la edad se les pasará.

Así que, si en el futuro nos vemos en las fotos y nos da un ataque de risa por nuestras pintas (hola, raya del pelo en zigzag de los 2000), sólo significará que sí pudimos elegir libremente llevar lo que queríamos y sentirnos guapas. Sin que afectase a nuestra capacidad de ser madres.

 

Carla Jano