No soy yo muy de concursos de belleza. Principalmente porque considero que la belleza es algo muy subjetivo y que este tipo de saraos lo único que hacen es perpetuar modelos de belleza tremendamente tóxicos. Y mirad… ¡ME DAN TODA LA PEREZA DEL MUNDO! Pero bueno, dentro de todos los clichés que se asocian a este tipo de certámenes, parece que existen pequeños avances hacia una mayor inclusión de otro tipo de realidades y, de una manera u otra, esto remueve conciencias y va calando en la sociedad. ¿El problema? Pues como siempre los haters, esos que no quieren replantearse el mundo porque: o bien es demasiado complicado para ellos o bien no tienen ganas de perder privilegios.

Ya en el mes de julio hubo polémica cuando se hizo público que una chica transexual iba a representar a España en Miss Universo (y Juncal Rivero se cubrió de gloria con toda su transfobia a flor de piel). Oh, wait! Una mujer española en un concurso de belleza femenina… ¡Qué cosas!

Pues hoy nos enterábamos de otro drama sin sentido. Resulta que estos días se ha celebrado Miss Italia (como os podréis imaginar yo ni idea que bastante tengo ya con Máster Chef Celebrity y todas las cosas) y ha quedado tercera una chica con una pierna ortopédica. ¿No os parece muy maravilloso? Pues hay personas que están muertas por dentro (pero en plan mal, fatal) y se dedican a decirle barbaridades de este nivel a través de las redes sociales:

«Das asco, vete a casa, te votan porque eres coja».

«Dentro de poco va a haber cerdos y perros en Miss Italia, qué pena, qué asco». 

Chiara Bordi, que así se llama la tercera finalista, tiene 18 años y se presentó a este concurso para intentar romper con los estereotipos que rodean a su condición de discapacitada. Pese a no haber ganado está muy orgullosa de haber llegado hasta donde ha llegado, de ser la primera «mujer biónica» en participar en Miss Italia y de recibir el apoyo de sus compañeras ante este tipo de ataques. Ella se ha defendido y lo ha hecho muy bien:

 

«Me da usted mucha pena. A mi me faltará una pierna, pero a usted le falta el cerebro y el corazón». 

BRAVA

Y es que de verdad, me parece increíble que en pleno 2018 todavía existan seres que disfrutan de intentar humillar a personas que demuestran la valentía de pasarse por el arco del triunfo los convencionalismos sociales. Además, Chiara es, objetivamente y teniendo en cuenta los parámetros en los que nos movemos, muy bella. Te puede gustar más o menos, pero es indiscutible que cumple con todos los requisitos planteados por el certamen... así que, ¿qué puto problema hay? ¿por qué no es merecedora de ganar un concurso de belleza exactamente?

En mi opinión, ya que los certámenes de este tipo no van a desparecer (que sería lo ideal… muehehehe!), tienen que ir adaptándose a las demandas sociales de diversidad y transformándose en algo que tenga como objetivo empoderar a las mujeres. Y Chiara me parece un ejemplo brutal en este sentido. Es muy importante acabar con todos los límites y prejuicios que proyectamos hacia las personas con alguna discapacidad o que, por lo que sea, sean diferentes a una supuesta normalidad que nadie sabe muy bien quien se ha sacado de la manga.