Ojalá te vieras como yo te veo. Alguien que se ha hecho a si misma a base de caerse y levantarse en múltiples ocasiones. Sin importarle los arañazos y cicatrices que le dejara la caída. Simplemente teniendo claro que, quedarse en el suelo nunca ha sido una opción.

Ojalá nunca nadie te haga sentir insegura. Ni te haga dudar en ningún momento de ti misma. Porque créeme, vales mucho. Y te mereces con creces todo lo bueno que te está pasando en la vida. Y no porque te haya venido por providencia divina. Sino porque te lo has ganado a base de esfuerzo y dedicación continua.

Ojalá consigas amar cada uno de los centímetros de tu piel. Cada una de las partes de tu cuerpo que te han llevado hasta donde estás ahora. Ya tienes bastantes frentes abiertos como para declararte en guerra con tu cuerpo. Cambia lo que quieras cambiar, trabaja lo que necesites para conseguir amarte. Pero nunca dejes que nadie te haga dudar ni un segundo de tu belleza.

Ojalá no te sintieras siempre con la obligación de mantenerte firme. Créeme, en ocasiones, es necesario desplomarse. Rendirte temporalmente no es malo. Hay guerras internas cuyas victorias valen más que cualquier batalla externa. Así que ríndete si es necesario.

Ojalá consiguiera que valoraras mucho más tu esencia. Esa que te hace indestructible. La que te hace brillar con luz propia. La que dibuja una sonrisa en mi cara cada vez que te veo y provoca que tenga unas ganas locas de comerme la vida a bocados contigo.

Ojalá vieras lo mucho que te admiro. Lo orgullosa que estoy de cada paso que das. De cada tropiezo que esquivas. De cada peldaño que alcanzas. Porque he estado abajo contigo. Y sé lo mucho que has luchado para alcanzarlo.

Ojalá pudiera hacerte entender que equivocarse no es malo. Que lo importante del proceso es aprender y tomar mejores decisiones la próxima vez. No te fustigues por ello. Aprende del error y sigue avanzando. Como sólo tú sabes haberlo.

 

Ojalá entiendas que tu misión en la vida no es hacer feliz a los demás. Tu misión en la vida debería ser buscar tu propia felicidad. Hacer las cosas que realmente te hacen feliz y rodearte de personas que trabajen en ello tanto como tú. Sólo tú puedes decidir la vida que quieres vivir. No dejes que nadie te arrebate eso.

Ojalá sepas rodearte de personas que te vean como yo te veo. Y lo más importante, ojalá sepas identificar a aquellas personas que nunca serán capaces de ver tu esencia. De permanecer a tu lado cuando vengan guerras que combatir. En esta vida, necesitamos compañeros de batalla, no enemigos dentro de nuestro mismo pelotón.

 

En resumen, que ojalá te vieras como yo te veo.