Seáis o no OT adictos creo que esta información os interesa. Al menos desde el momento en el que todos debemos preocuparnos porque el respeto y la educación vayan siempre por delante. Anoche se celebró la primera gala oficial de la nueva edición de Operación Triunfo y si lo cierto fue que vivimos un programa de lo más descafeinado, desde este lunes las redes están que arden.

Pero no por el motivo que todos podemos imaginar. Los mensajes y tweets que están inundando la red no buscar alabar la voz o la actuación de ningún concursante, sino más bien pedir la cabeza de cierta aspirante que está sembrando la discordia entre sus compañeros. Por vez primera en la academia los espectadores van más allá y han dejado de valorar la faceta de artistas de los chavales para exigir un poco de justicia.

Creo que para comprenderlo mejor debemos ir por partes. Final de la Gala 1 de Operación Triunfo, dos concursantes nominados y al otro lado de la famosa pasarela el resto de compañeros y compañeras ya salvados deciden festejar su alegría al grito de su ya conocido (y repetitivo) ‘IVO IVO IVO, ABRAZO COLECTIVO‘. Ariadna y Nick, ambos señalados para abandonar la academia, los miraban con cara de circunstancia. Desde ese instante nada volvió a ser igual.

La cara de Roberto Leal tampoco se quedó atrás, totalmente fuera de lugar el abracito colectivo.

Vuelta a la academia y mientras el resto disfrutaban alegres y unidos de un chat dedicado a los memes, Ariadna se mostraba distante y muy seria a la vez que Nick incluso solicitaba la atención de un médico por encontrarse mal. ‘Vaya par de reventados‘ pude leer entonces en algún tweet. Y no, no lo comparto. ¿Os imagináis pasaros las 24 horas del día con un grupo que os vende que todo es muy happy y que sois una piña pero que a la primera de cambio pasa de vuestra cara?

No vi a ninguno de los compañeros preocupado por el estado de salud de Nick una vez se reincorporó al grupo, ni tampoco un pequeño abrazo a Ariadna tras una breve entrevista con Noemí. Van a lo suyo y se creen que somos idiotas. Que sí, que se han podido tatuar todos la misma pamplina, pero no he visto edición más frívola y menos empática jamás.

La historia, por supuesto, no ha quedado ahí. Pasada la noche y tras el repaso de la gala la directora de la academia tomó la palabra para poner firmes a sus estudiantes. Creo que no he sido la única que estaba deseando el tirón de orejas por el feo gesto del abrazo colectivo durante la gala, pero la Noe fue más allá y además de exigir respeto entre ellos, aprovechó para avisar con ultimátum incluido: o cesan las faltas de educación o habrá consecuencias.

Las caras de los concursantes a cada cual más desconcertada, aquello parecía no ir con ellos y tan solo se dedicaron a poner excusas ante cualquier posible salida de tiesto. Noemí fue tajante ‘no me obliguéis a dar nombres, todos somos mayorcitos y sabemos lo que hay‘. Terminada la charla quedó todavía más claro, mayores de edad serán pero algunos no saben qué es eso de la educación.

La bomba real llegó después de la comida, cuando un Bruno conciliador (y también un poco cargante) tomó la batuta para celebrar la primera reunión de convivencia entre ellos. Surgió lo típico, que si a mí me gustan las bromas y a ti no, que si a mí me gusta comer tranquilo y otros cantáis… Hasta que Nick, bastante apocado, pidió la palabra y sembró la discordia.

¿Su petición? De lo más básica, que se respete el sueño de los que quieren dormir por la noche. ¿Las respuestas que recibió? De lo peor que hemos visto en la televisión en los últimos tiempos. Desde la que lo invitaba a irse a dormir al sofá hasta la que le reprochaba que ella de noche quería estar en su cama de charleta y que nadie podía obligarla a callarse. ¿Quién es ella? La protagonista del día, Eli.

Una mujer que pidió respeto comenzando por dejar bien claro que ella tiene la piel muy fina y que en seguida se enciende. Me flipa la gente de este tipo, son lo de siempre, yo te hago hasta aburrirme pero tú a mí me respetas porque sino te muerdo. Esta señorita, a la que además de las palabras también le fallan las formas, se hartó durante la reunión a dar la espalda a sus compañeros para burlarse y reafirmar su falta total de educación. No buscó soluciones a los problemas al menos no más allá de repetir una y otra vez que ella quiere fiesta y seguir comportándose como hasta ahora y que nadie la va a parar.

¡Claro que sí, mujer! Un diez en convivencia, eso es lo que eres. Y como os decía, las redes están que arden ante tanta injusticia y lo que muchos dicen en llamar ‘bullying en la academia‘. Vídeos de todas las salidas de tono de la participante, imágenes en la que se la puede ver insultando o realizando movimientos obscenos a sus compañeras o comentarios que son un verdadero despropósito en los que trata temas tan delicados como el cáncer o el autismo con total frivolidad.

Ellos, alumnos casi todos de veinticinco para abajo, se mantienen casi en su totalidad a merced de las gracietas de esta señora. Muchos animándola y apoyándola, cosa que incluso da más asco todavía. Pero lo que buena falta les hace es una gran dosis de humildad y un corte bien dado. Ya sea a través de una nominación disciplinaria o con una eliminación directa.

¿No es la academia de OT un centro de alto rendimiento? ¿Cómo se puede consentir que una persona se comporte de este modo y se le permita continuar ahí dentro? Lo peor de toda esta historia es que convertir Operación Triunfo en Gran Hermano es demasiado fácil, y con personajes de esta calaña más todavía.

Veremos si desde la dirección toman medidas o simplemente aprovechan el filón para sacar audiencia. Nos decepcionaría a unos cuantos, pero ya sabemos cómo es esto de la televisión, ¿no?

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