Siempre estoy dispuesta a probar nuevas técnicas, productos y herramientas para mejorar el estado de mi cutis, que por suerte no es muy problemático ni excesivamente sensible pero esto no quita que no me salgan los granitos de turno y se me reseque la piel de vez en cuando.

El limpiador facial del que os voy a hablar hoy es Beurer FC45.

Consiste en un cepillo con un cabezal que gira a dos velocidades diferentes, es waterproof, funciona con pilas, y a partir de ahora un imprescindible en mi rutina diaria de cuidado de la piel.

Os voy a contar cómo lo uso:

Primero mojo un poco el cepillo y le añado un poco de jabón (de árbol de té), aprieto el botón y una vez empieza a girar masajeo el rostro y voy variando la velocidad dependiendo de la zona. Es muy gustosito, y tiene un autoapagado a los 60 segundos para que no te pasas con la exfoliación y no irrites tu piel.

El resultado de la piel una vez ya aclarada y seca se queda suuuuper suave y tersa, cosa que no había conseguido nunca antes con ningún otro exfoliante.

Para el mantenimiento y cuidado del cepillo lo que hago es enjuagarlo bien y secarlo lo máximo posible con una toalla después de cada uso, también es verdad que para almacenarlo estaría súper bien que llevase una tapa o alguna funda para poder guardarlo y protegerlo.

Como os he dicho, desde que lo probé es un imprescindible en mi rutina. Me ha encantado el limpiador facial, lo recomiendo al 100% a todo el mundo que quiera tener una piel perfecta y cuidada.

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