Me he vuelto la loca del pan. De verdad, desde que he descubierto lo fácil que es hacerlo en casa, me cuesta bajar a la panadería. Mis padres abrieron la caja de pandora regalándome la famosísima panificadora de Lidl y a partir de ahí me he ido viniendo arriba. Lo que más me gusta de todo es que puedo controlar la calidad de los ingredientes, muy importante para las que os preocupen cosas como la cantidad de aceite de palma, lactosa, trazas de frutos secos…  Me encanta experimentar y probar recetas, así que después de mucho investigar, os traigo la receta definitiva: Un pan casero, rápido, fácil, sano ¡y sin tiempos de reposo! En una hora lo tendrás listo.

Te quiero.

Vamos al lío con los ingredientes y algunos truquitos. Necesitaréis:

  • 250 gramos de agua. Ojo, gramos, no mililitros.
  • 20 gramos de aceite de oliva suave, no queremos que le aporte mucho sabor. No os preocupéis por la cantidad de grasa que puede suponer, sale un pan de medio kilo, la cantidad en cada ración es mínima.
  • 20 gramos de levadura fresca de panadería. La encontraréis en la sección de frío de cualquier súper, muy cerquita de las mantequillas. Si preferís usar levadura seca, necesitaréis 6 gramos. Aseguraos de que es levadura seca de panadería y NO química, tipo Royal, o vuestro pan no subirá.
  • 500 gramos de harina de fuerza. También la encontraréis en cualquier súper.
  • Una pizca de azúcar, la que podáis coger con la punta de los dedos.
  • Sal. Aunque esto va un poco al gusto, yo suelo ponerle una cucharadita y media.
  • Una bolsa de asar. Sí, de las de plástico para el horno.

Una vez que lo tenemos todo listo, vamos a hacer magia.

Paso a paso del pan casero más agradecido del mundo.

  • Mezcla bien en un recipiente grande el agua, el aceite y la levadura, hasta que esta última se disuelva.
  • Añade la harina, el azúcar y la sal al recipiente con los líquidos, y sigue amasando bien hasta integrarlo todo bien.
  • Tanto este paso como el anterior puedes hacerlos con panificadora (función amasado), como con Thermomix® (pon la mariposa y utiliza la velocidad 4-5), como con la típica batidora/amasadora de mano (yo tengo esta de Moulinex y por 22€ me ha solucionado todos mis problemas con la repostería). Pero por supuestísimo, lo puedes hacer a mano. Mezcla bien todos los ingredientes hasta que te quede una bola bien redondita, que no se te pegue a las manos. Aplástala un poquito.
  • Hazle unos cortes a la masa con un cuchillo, para que se «rompa» y pueda formarse bien la miga.
  • Unta la bolsa de asar con un poquito de aceite, mete tu bola de masa dentro y ponle el cierre, pero asegúrate de que queda un poco abierto, para que salga el vapor.
  • Mete tu pan en el horno frío. Es importantísimo que no lo precalentéis. Os garantizo que sube dentro del horno, pero para eso tiene que estar completamente frío. Ponle 180 grados y siéntate delante del horno a ver cómo se hace la magia. En unos 45 minutos estará listo, pero es mejor que eches un vistazo para controlar el punto de cocción que más te guste.
  • Déjalo enfriar completamente en una rejilla. Una vez frío estará listo para comer.
Mis vistas cada vez que hago pan.

Si sois de comer poco pan, no os preocupéis, porque aguanta muy bien en el congelador. Yo lo que suelo hacer es cortarlo en rebanadas, congelarlo en bolsas y sacarlo un ratito antes de desayunar. Lo tuesto y ¡voilà! Pan recién hecho (y delicioso) todas las mañanas. Probadlo y os cambiará la vida.

Fuente del gif.