Me contaba hace unos días una amiga (sí, siempre es una amiga…) que su chico y ella han ido alguna vez a bares de ambiente liberal. Ya sabéis, de esos donde se montan orgías multitudinarias y acaban follando todos con todos…  ¿o no es así? Pues parece ser que no. A menudo tenemos muchos prejuicios con este tipo de lugares y juzgamos a la gente que los frecuenta cuando deberíamos ser más abiertos de mente y probar a ir alguna vez, sólo por ver qué se cuece allí. Los swingers son personas que disfrutan del sexo de una manera quizás menos tradicional, pero no por ellos son unos salidos.

Mi amiga (sí, mi amiga…) me contó su experiencia como swinger y estás son las conclusiones que he sacado:

  • Todos con todos… pues no tiene porqué

Eso de que en ese tipo de locales se montan orgías no es del todo cierto. Son lugares donde puedes ir con tu pareja a tomarte una copa y simplemente mirar, o donde puedes hacerlo con tu acompañante sin necesidad de mezclarte con otras parejas. Ante todo es un lugar donde hay respeto. Nadie va a intentar hacerte nada si tú no le das tu consentimiento. Ni siquiera tienen por qué verte, suele haber habitaciones privadas donde puedes meterte con tu pareja (o con quien quieras) y el resto no te molestará. ¿Que quieres montarte una orgía con dos o tres (o cuatro o cinco) personas más? Pues puedes hacerlo también si quieres. Lo importante disfrutar de tu sexualidad y que no estás obligado a hacer nada que no quieras.

  • Son personas que no tienen respeto por su pareja

¿No os parece que una pareja que hace un intercambio sexual con otra es porque confía plenamente es su novio/a?  Sí, sí, tu follate a otro, y que yo lo vea, pero a casa te vas conmigo y a quien quieres es a mí. Al fin y al cabo el sexo es sólo un juego. La confianza, el respeto y la fidelidad son conceptos que no se pierden por hacer una locura de vez en cuando.

  • ¡Son unos degenerados!

¿Por qué? El sexo es libre. A unos les gusta disfrazarse de cosas, a otros hacerlo en lugares públicos por el morbo de ser descubiertos, otros adoran ser azotados y atados, o los hay que siente predilección por los pies y los zapatos; pues de la misma manera hay gente a la que le gusta ver a su pareja montándoselo con otra persona. Mientras todo esto sea consentido por ambas partes ¡todo vale!

  1. ¿Cómo son este tipo de locales?

Es una pregunta que nos hacemos todos los que aún no hemos pisado uno… ¿habrá camas gigantes? ¿Tendrás que quitarte la ropa para entrar? ¿Ya te encontrarás con gente dándole al tema tras cruzar la puerta? Pues no. Por lo que me ha contado mi amiga, la primera impresión que te da es la de un pub común; entras y te encuentras una barra donde puedes beber una copa, música, gente vestida charlando o bailando. Y ya si quieres puede pasar a la sala contigua donde están las camas gigantes y la gente haciendo sus cosas. Normalmente los dos ambientes están separados por lo que puedes entrar allí simplemente a beberte una copa. Suele haber también un ropero o taquillas donde puedes dejar tu ropa y pertenencias mientras disfrutas de las instalaciones del local. Algunos tienen jacuzzi, otros piscina, otros sala de tortura… ¡Hay para todos los gusto!

  • Parejas y mujeres solas son bienvenidas, hombres solos no tanto

En este tipo de bares tienen una serie de normas. Tienes que entrar con vestimenta adecuada (aunque luego todos sabemos que te vas a quedar en pelotas), las parejas y mujeres solas pueden entrar libremente,  de hecho estas últimas son las más beneficiadas porque suelen entrar gratis e incluso les regalan alguna copa. ¿Qué ocurre con los hombres solos? Pues que depende de la hora, no pueden entrar, y cuando lo hacen pagan un precio bastante elevado. Esto parece discriminatorio pero tiene todo el sentido del mundo. ¿Os imagináis un local liberal donde los hombres pudieran entrar sin restricciones a ver parejas follando, y quien sabe, igual participar…? ¡Sólo habría hombres en ese tipo de bares!

Raquel Acosta