Las que vivimos en las grandes ciudades sabemos bien lo que es ir con el petardo en el culo. Siempre con la agenda llena. Quedar con nuestras amiguis suele ser un tormento: que si “yo tengo yoga”, que si “yo tengo reuniones hasta tarde”, que si “yo llevo fatal los exámenes de flauta travesera”. Es un estrés constante y muchas veces no sabemos por qué vamos tan escopeteadas ni hacia dónde corremos.
Así que hoy traigo pequeños cambios para parar, respirar y, sobre todo, disfrutar de la vida y de nuestra gente. A eso hemos venido al mundo, ¿no?
Empieza el día una hora antes y aprovecha para hacer deporte. Así empezarás el día con un chute de buen rollo, si eres más nocturna para esas cosas, simplemente dedica ese rato a ti misma y desayuna sentadita y relajada periódico/revista/cómic en mano como en las pelis americanas. Mola mil empezar el día con calma.
Date ratos de descanso lejos del móvil, de las redes sociales y el correo electrónico. Permítete un detox, deja de compararte con personas que ni siquiera conoces y escucharás tus propios pensamientos. Recuperarás tiempo para invertir con tu círculo de amigos y familia, ¡en realidad no estamos tan ocupadas como creemos!
También ganarás tiempo para tareas que antes nunca conseguías terminar. Haz una lista de cosas que te gustaría finiquitar y ve tachando, ¡vas a alucinar!
Apúntate a esa clase de spinning, de idiomas, de crochet, de física cuántica o de mecánica que siempre has soñado. Empieza a poner tus gustos, manías o sueños antes que cualquier miedo al qué dirán. Cuando mires atrás no podrás creerte lo muchísimo que has avanzado. Ya ves, estás a una matrícula de ser una persona más feliz, de conocer gente con tus mismos gustos y de vivir una vida más plena ¿A qué esperas?
Dale un toque de frescura a tu casa y compra flores o plantas para decorar, ¡vivas, por todos los dioses del Olimpo! Cuando entres en casa después de un largo día, te parecerá mucho más acogedora y podrás descansar mejor. También te ayudará a mantener una rutina de cuidados si eres un desastrillo andante, o pueden hacer las veces de mascotas si tu casero no te permite tenerlas. ¿Tú también les cantas a las plantas? Siempre serán un extra de alegría en tu hogar.
Mantén una rutina de cuidado facial, tu piel estará radiante, más joven y sedosa con tan solo dedicarle cinco minutos por la mañana y por la noche. No hace falta que sigas los pasos de las influencers con miles de potis. Limpieza e hidratación son las claves esenciales para estar siempre divina de la muerte. ¡Ese es mi mantra!
Escucha a tu cuerpo y descansa cuando te lo pida. Ir a dormir temprano, cancelar planes nocturnos o saltarte una clase de aeróbic harán que estés como una rosa al día siguiente. A veces parar es mejor que continuar a marchas forzadas. Y no, cancelar o aplazar no es sinónimo de fracasar, ¡no jodamos!
Por último, empieza un diario en el que puedas volcar todo lo bueno del día para poder repasarlo cuando te apetezca o te sientas de bajón. También te ayudará a ser más consciente de lo que tienes y de lo que quieres conseguir. ¡Lucha por tus sueños!
Y eso es todo, sé buena, pero si no lo eres, cuéntamelo.