Estoy firmemente convencida de que el mundo se divide en dos clases de personas y con el tema de los domingos no iba a ser diferente. Hay personas que pasan los domingos en pijama viendo series / pelis / programas de tv tiradas en el sofá, y hay personas que se levantan pronto los domingos para aprovechar el día al máximo. Además, entre unas y otras hay un amplio rango de personas que, según la semana (o según cuánto hayan salido el sábado), prefieren tirar para un lado o para otro. También hay ay gente que los odia con toda su alma… Yo soy muy de vaguear los domingos y reconozco que ahora que empieza el frío me da más pereza aún salir a la calle, pero como dicen mis amigas, la vida se nos escapa, y los domingos otoñales son perfectos para hacer planes que no hacemos el resto de la semana:

  1. Ver películas. No hace falta que sea en pijama, con el bol de palomitas y el moño de andar por casa, ver películas se puede hacer por la tarde después de haber ido a comer a casa padres / pareja / suegros / amigos y es una manera genial de pasar la tarde sin pensar que mañana te toca currar. O aprovechar para ir al cine, seguro que hay alguna película que nos llama la atención… photofunky
  2. Cocinar. Yo odio cocinar y siempre he dicho que si no tuviera que comer, no pondría un pie en la cocina. Sin embargo, reconozco que no es lo normal y que soy la excepción que confirma la regla, y el otoño es el momento perfecto para empezar a cocinar de una vez por todas. Tartas otoñales (carrot cake, pumpkin pie), sopas, caldos y purés, galletas para las que necesitas el horno y que luego dejan tu casa taaaaaan calentita, o simplemente los tuppers de la semana que viene, que si no luego te va a dar aún más pereza.
  3. Hacer deporte. Vale, no tienes que hacer como un compañero de trabajo que corre carreras populares cada mes, o como otro que este año ha corrido la Maratón de New York, pero los domingos pueden ser geniales para ir al gym por la mañana si no has salido la noche anterior, para coger la bici o patinar, o simplemente para salir a pasear por algún parque de tu ciudad. Aprovecha ahora, que en breve llega el frío de verdad y se acabó el chollo. ¡Yo ya me he sacado el abono de BiciMad para empezar a pedalear Madrid los fines de semana!
  4. Ponerte al día. En todos los aspectos. ¿Qué hay de todas esas personas a las que llevas semanas sin llamar?, ¿ese whatsapp que tienes pendiente de contestar desde el miércoles?, ¿ese email que tienes que mandar a tu amiga que vive en Kuwait o esa conversación por Skype pendiente con tu amiga que vive en Dallas?, el domingo es el momento ideal para ponerse al día con todas esas cosas, y con otras mucho menos gratificantes como: organizar facturas, limpiar la bandeja de entrada del correo, limpiar en general (coñazo máximo), hacer el cambio de armario, etc.
  5. Leer. ¿Hay algo mejor que estar acurrucada en el sofá con la manta leyendo un libro mientras en la calle está cayendo el diluvio universal?, ¿quizá será aún mejor con un café o una infusión como acompañamiento? Desde pequeña, la casa de mis sueños ha tenido dos cosas: un vestidor, y un banco con cojines junto a la ventana. A día de hoy no tengo ninguna de las dos cosas, pero todo se andará, y mientras tanto, mi sofá es el sitio perfecto para sentarme a devorar libros. Y comida.18810535
  6. Culturizarte. He de reconocer que los que vivimos en grandes ciudades tenemos esto mucho más fácil, por lo que es un pecado que no aprovechemos algún domingo para acercarnos a un museo, ver una exposición o conocer esa nueva galería que abrieron hace poco en el centro. Revistas como La Guía del Ocio, Time Out, etc siempre están al día de todo lo que se cuece, por lo que quedarse en casa en Madrid o Barcelona un domingo porque ‘No hay nada que hacer’ tiene delito!
  7. Ir de mercadillos. En Madrid tenemos el Rastro cada semana y mercadillos mensuales como Mercado de Motores o el Mercado Central de Diseño, y estoy segura de que muchas otras ciudades españolas tienen mercadillos interesantes los domingos. O el mercadillo del pueblo / barrio, que también puedes encontrar gangas… No hay excusa para quedarse en casa cuando puedes ir de compras un domingo… Cheetah_Shopping
  8. Crear. Muchos de nosotros pensamos que no tenemos ningún talento, y en muchos casos quizá sea verdad, pero lo cierto es que hasta que no lo intentemos, no lo sabremos. Los domingos son el día perfecto para escribir, dibujar, decorar, para probar a coser o tejer, para hacer repostería o manualidades. Quizá sólo nos salgan cacolas, pero oye, ¡el día se nos habrá pasado!
  9. Salir a desayunar. Para aquellos que trabajamos, lo de salir a desayunar no es viable entre semana, si acaso el pincho de tortilla ocasional de esos viernes en los que no está el jefe, pero de normal o desayunas en casa o te llevas el desayuno a la ofi. Así que eso de bajar a tomarte el café con un croissant / napolitana / muffin / lo que sea, es algo que se reserva para días especiales, como los domingos! ¿O acaso no apetece algo calentito para empezar bien el día? Aceptamos desayunar en la cama como alternativa, of course!
  10. Hacer planes de día, que para mí son mucho mejores que los de noche. Un aperitivo a eso de la 1.00, ‘Ya que estamos aquí comemos, no?’, un gin tonic para bajar la comida, café, postre, ‘¿Una última copa antes de ir a casa?’, si, parezco la amiga alcohólica y es domingo, pero volver a casa a eso de las 19.00 después de un día de risas y diversión me parece un planazo maravilloso para un día mierda como son los domingos.
  11. Rascarte la barriga tirado en el sofá. No siempre, pero un domingo al año, no hace daño. couchsession