¿Por qué no aceptamos el movimiento body-positive?

 

Hace unos meses decidí empezar a hablar de mi proceso de recuperación de un TCA, de cómo fue para mí el desconocido camino de la autoestima…Ilusa de mí, pensé que el mundo estaría encantado de recibir este mensaje de aceptación, de amor, de sororidad…

Pues no. 

Solemos recibir el mensaje de aceptación y amor propio en cuerpos normativos, aquellos que vemos en las revistas y en televisión…Pero, ¿qué pasa cuando ese mensaje lo envía una persona que no tiene un cuerpo normativo?

Empecé a encontrarme con publicaciones de otras mujeres maravillosas que contaban su historia y reivindicaban el amor propio en cuerpos grandes. Y ahí estaban. Comentarios que van desde el “qué asco” al “lo que dices da a entender que estar enfermo es bueno”, pasando por todo tipo de descalificaciones y palabras sin sentido. 

 

Y digo sin sentido, porque nuestro mensaje no tiene nada que ver con apoyar la enfermedad. Nada que ver con que queramos a toda la sociedad habitando cuerpos grandes. Tampoco dejamos de ir al doctor, ni llevamos un estilo de vida poco saludable. ¿Existen casos en que sí es así? ¡Por supuesto! También eso ocurre en cuerpos delgados. No se puede generalizar porque cada vida y cada camino son distintos pero las personas que hablamos de Salud en Todas las Tallas, de Bodypositive, de Aceptación Corporal…Lo hacemos con una base científica que nos respalda. Con nutricionistas, psicólogos, doctores…Que día a día nos intentan enseñar una realidad que todavía es muy desconocida. 

Entonces, ¿por qué seguimos rechazándolo?

Me hago esta pregunta todos los días, cada vez que veo a alguien malinterpretar nuestro mensaje. En mi opinión, nos da miedo aceptar otro discurso porque eso nos hace salir de lo conocido, de lo habitual, de la seguridad. Vivimos en una sociedad que nos ha enseñado que ser gordo es lo peor, que el gordo de la serie siempre es el gracioso pero nunca el atractivo, que la palabra “gordo” es un insulto y no un simple adjetivo, que en una pandemia mundial, lo peor que te puede pasar es engordar estando encerrado en casa. Día a día, nos muestra el tipo de cuerpo que debemos perseguir, llena nuestras calles de publicidad sobre productos y servicios que nos ayudarán a obtener el cuerpo perfecto…

¿Pero te has preguntado cuál es el cuerpo perfecto? Durante décadas, los estándares de belleza han cambiado significativamente. De extrema delgadez, a caderas anchas, de piel blanca a moreno tropical…Eso demuestra que el problema nunca ha sido tu cuerpo. El verdadero problema ha sido ser educados para perseguir un ideal impuesto por la sociedad. 

Creo que rechazamos el movimiento Body positive porque eso significa ir en contra de lo que toda la vida hemos entendido como válido y correcto. Si has estado gordx, te has visto afectado por el estigma de peso. Si no lo has estado, siempre te han alabado por tener el privilegio de no saber lo que es estar gordx, de no sufrir por la comida o el peso, entendiendo así que vivir de otra forma sería lo peor. También puede que seas una persona que ha pasado de estar gorda a estar delgada. En este caso, muchas veces nos volvemos duras con las que siguen habitando un cuerpo grande porque lo vemos desde un lugar de privilegio. Ahora la sociedad ya no nos señala, así que si no somos el oprimido…Pasamos a ser el opresor (evidentemente esto no es el 100% de las personas, solo me centro en este tipo de actitudes, que son las que nos afectan).

Todo eso también lo sentimos las personas que estamos gordas. Durante años, cuando perseguimos perder peso a cualquier precio, cuando envidiamos los cuerpos delgados y nos castigamos continuamente por no habitar uno, paradójicamente entonces también nosotras somos gordofóbicas. También nosotras creemos que estar gorda es una decisión propia, que hemos fallado como personas y que “el que no está delgado, es porque no quiere”. 

Por eso te entiendo. Entiendo tu miedo cuando ves a alguien decir que la cultura de la dieta es una trampa, cuando te invitan a sentirte válida y bella con el cuerpo que tienes…Pero precisamente porque te entiendo, quiero decirte que tienes la opción de pensar diferente a partir de hoy. 

 

Te invito a cuestionarte. A entender que la sociedad ha marcado los límites del bien y el mal a su favor. Que la cultura de la dieta es un negocio millonario, en el que te han enseñado cual es el cuerpo que debes obtener y ellos mismos te facilitan los medios para hacerlo. Piensa: si las dietas realmente funcionaran, solo existiría una. LA DIETA. Todos lo haríamos y ya no habría obesidad en el mundo. Te invito también a abrirte de forma objetiva a un nuevo discurso. No te pido que te guste, ni que lo apoyes, solo escúchalo. Date cuenta qué remueve en ti, qué creencias se ven atacadas cuando escuchas lo que nosotras te decimos. Nadie va en tu contra, ¡al contrario! Nuestro mensaje no desprecia ni fomenta ningún tipo de cuerpo. Intentamos que te sientas válida siendo lo que eres hoy, sin más. 

 

Si de verdad te importa nuestra salud, ten en cuenta el impacto que pueden tener tus comentarios en nuestra salud mental, que también forma parte de la ecuación. 

 

 

Mara.  

 

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