Vejez. Inmediatamente asociamos la palabra a ciertos aspectos negativos como por ejemplo: canas, arrugas, cambio en la apariencia, enfermedades…un largo etcétera que tenemos aprehendido.

He llegado a los treinta y muchas amigas mías me preguntaban qué cremas faciales uso. Pues hija, la verdad que una hidratante y poco más. Me miraban con ojos como platos. ¿En serio? ¿Y el sérum, y el contorno de ojos? ¿Y el tónico y la rutina de noche de cuatrocientos cincuenta pasos antes de irme a la cama? 

Soy consciente de que hay que cuidarse para sentirse bien, física y emocionalmente, pero creo que estamos llegando a unos límites estratosféricos. Nos imponemos unas normas demasiado estrictas a nosotras mismas. Hablo en femenino porque ninguno de mis conocidos masculinos lleva a cabo esas rutinas de belleza diurna y nocturna. 

Soy de las que opina que cada uno y cada una debe hacer lo que mejor le vaya y actuar en consecuencia de lo que mejor le haga sentir, sí. Pero en determinados ejemplos, pienso que te estás imponiendo unas reglas innecesarias cuando se llega a cierta edad.

El otro día me encontré un par de canas y en el mismo instante en que las vi, me entró un poco de ansiedad, lo reconozco, pero las miré en el espejo y dije, a ver, que son dos pelos blancos. Vamos, lo que se conoce como relativizar. Creo que ese es el truco. RELATIVIZAR. 

Obviamente hay que cuidarse, sentirse bien con uno mismo por uno mismo y no por los demás, pero esas arruguitas debajo de los ojos que siempre intentamos controlar, son debido a las risas que te has pegado junto a los que quieres, esos muslitos son de ir a tapear y disfrutar la vida un rato, por no hablar de las canas…¡lo que se está llevando el pelo blanco este año, oiga!.

En serio, hay que relativizar más. Veo que la vejez pueda causarnos un poco de ansiedad, todos estamos en el mismo barco pero ¿habéis pensado en el concepto de hacerse mayor con connotaciones positivas? 

Preguntémonos: ¿qué hay de todo lo que llevamos aprendido?, ¿qué hay del hecho a ir aprendiendo con el paso de los años a saber quiénes somos? ¿Cambiaría la seguridad que siento ahora en mí mismo? 

Aprendamos a vivir en sintonía con el paso de los años e ir disfrutando de los buenos momentos que la vida nos regala a la persona que somos ahora.

 

TEXTO: CRISTINA RODRÍGUEZ

@christinargz