Por regla general, resulta mucho más fácil alcanzar el orgasmo nosotros mismos que con otra persona. Cada uno conoce su propio cuerpo, sabe exactamente lo que le gusta, dónde y cómo le gusta, la idea es que todo eso se lo puedas transmitir a tu compañer@ sexual. 

Un factor fundamental en el sexo es la COMUNICACIÓN, con mayúsculas, en negrita, subrayado y con luces de colores.

Es muy importante que la otra persona sepa ese dónde, cómo y qué te apetece en ese momento, por lo que la forma más directa es diciéndoselo tú misma. Ten en cuenta que no es adivin@, que cada cuerpo es distinto y cada persona es un mundo, por lo que sobre todo las primeras veces, seguramente tendrás que guiar a tu pareja sexual para poder alcanzar el orgasmo. 

Puede suceder que en un momento íntimo salga a relucir la vergüenza y no te atrevas a expresar verbalmente lo que quieres, o que los nervios te jueguen una mala pasada y no consigas relajarte. Mi consejo es que si te ocurre esto sigas el ejemplo del capítulo de los Bridgerton *spoiler alert*, en el que el Duque anima  a Daphne a que se masturbe ella solita y explore entre sus piernas, y posteriormente, cuando por fin tiene su primera vez con él, le pide que le enseñe cómo lo hace, cogiendo su mano para que le guíe y así poder darle placer. 

Por ello, si en ese momento no te sale pedir lo que te apetece que te hagan, resulta de lo más erótico masturbarte delante de la otra persona, o bien coger ya sea su mano o su miembro y guiarle en los movimientos que te gusta sentir, para que seas tú quien controle el ritmo y la intensidad, de esta forma estarás haciendo partícipe a alguien más de tu propio placer, y es mucho más probable que puedas alcanzar el orgasmo acompañada. De todas formas, si a la primera no lo conseguís, no desesperes y continuad intentándolo las veces que haga falta. Ya sabes, por la ciencia ;)

Con los juguetes sexuales ocurre lo mismo, si sola no tienes problema alguno en alcanzar el orgasmo con un vibrador o con el Satisfyer, deja que sea otra persona quien los use en tu cuerpo, bien guiándole, bien simplemente relajándote y dejándote llevar. 

Es estupendo auto conocerse y darse amor, “quererte tú mismo a quererte tú mucho”, como bien decía el Cordobés, pero la sensación de sentir placer y dejarse conducir al orgasmo por otra persona crea una conexión muy especial y aunque sea momentáneo, ese vínculo es simplemente indescriptible. 

K. Raider