Querida si estás leyendo esto es porque posiblemente tú también la padeces y si no la padeces, te felicito ya que estás demostrando interés en leer sobre una de las enfermedades más infravaloradas de todas, lo que te convierte en aliada. 

Y sí, utilizo el femenino porque la dichosa enfermedad la padecen mucho más las mujeres que los hombres. Es asombroso la diferencia tan grande existente entre los porcentajes en función del sexo biológico. No os pongo los porcentajes en concreto porque van variando pero la diferencia es abismal.

Tenía veintitrés años cuando me diagnosticaron fibromialgia y me enfadé tela con el médico porque yo, al igual que muchos, había crecido estigmatizando la enfermedad, pensando que solo era un cuento que los médicos te contaban cuando ya no sabían qué más hacer o decir. 

Doctor sonriendo forzosamente

Todavía me acuerdo como si fuera ayer. Se me vino el mundo encima, pensé que los doctores ya tenían la excusa perfecta para dejar de preocuparse por mí y para llenarme la tarjetita de la Seguridad Social de analgésicos super fuertes para no escucharme más. También sé por otras personas que algunos médicos se niegan a recetar nada, cosa mucho peor pues el dolor te anula como persona y cualquier forma de alivio es bienvenida.

Tardé mucho tiempo en digerir la noticia, tardé más aún, en entender que la opinión de los demás sobre mi enfermedad no la invalida. Digo esto ya que otra de las cosas que tienes que asumir es que la gente va a opinar sin que se lo pidas.

Mujer sonriente con sombrero y vestido rojo estampado diciendo que no le importa

¿Cuántas veces os han dicho que es una enfermedad que no existe? ¿Cuántas veces os han preguntado si estáis haciendo deporte o tomando vitaminas? Si hemos probado a hacer yoga o quizás es que no nos hemos esforzado lo suficiente y no nos queremos curar -nótese la ironía.  

Soy consciente de que no hay una prueba empírica que demuestre la existencia de la enfermedad, haciendo que esta tenga mucho menos credibilidad. También habría que preguntarse cuánta es la cantidad de fondos que se destina regularmente destinada a la investigación y si hay un interés que promueva la misma. Al ser  una enfermedad padecida en su mayoría por mujeres dudo mucho que la investigación se esté dando toda la prisa que merece.

Mujer en el laboratorio

Ha llovido mucho desde aquel día en el que me la diagnosticaron, a día de hoy he aprendido a convivir con ella y manejo los brotes de la mejor forma en la que puedo. 

 Y a ti que me lees: tanto si te la acaban de diagnosticar, como si no, o crees que la tienes, así como si te la diagnosticaron hace muchos años, desde aquí te mando un abrazo enorme y decirte que eres una campeona que sigues adelante a pesar de las malas rachas y de sentir que tu vida se te escapa de entre las manos mientras que la de los demás avanza velozmente.

Tú que sigues al pie del cañón a pesar de los días que pasas en cama o sin salir de casa donde has perdido el cuerpo entre tanto dolor, te veo.

Y por favor, no le hagas caso a los comentarios hirientes de la gente, tu cuerpo es tuyo y eso es validación suficiente para mostrar cómo te sientes.