Hay una tendencia que lleva existiendo desde que había McRib en McDonald’s y es esa puta manía que tiene todo el mundo de pensar que porque una chica es delgada ya significa que tiene cuerpazo. Así, por la cara. Si es flaca, la gente, automáticamente, dice que tiene cuerpazo. Pues mira, no.

En primer lugar, ¿qué es tener cuerpazo? Pues creo que ni a mí ni a nadie le corresponde definir y calificar el cuerpo de una mujer, pero supongo que todo va en las proporciones y en los gustos personales de cada uno. Para mí, personalmente, un cuerpazo es aquel que está bien proporcionado, que tiene curvas, torneado… Pero, en ningún caso, creo que sea algo exclusivo de la gente delgada o de cuerpos de gimnasio. De hecho, a mí los cuerpos de gimnasio no me gustan nada y prefiero una barriguita graciosa antes que un six-pack, al igual que habrá muchísimas personas a las que un cuerpo musculado les vuelva locas.

Así que, ¿por qué siempre se asocia automáticamente a la delgadez el concepto de cuerpazo? No sé hasta cuándo vamos a seguir perpetuando ciertas ideas, como esta, que instan a las chicas, sobre todo, a someterse continuamente a dietas extremas y que derivan en trastornos alimenticios, pero espero que acabe pronto. Porque acaso, ¿no se puede tener cuerpazo con una talla 46? Yo creo que sí, y está más que demostrado.

La cuestión es que nos cabrea bastante que se siga asociando tan a la ligera ese concepto de cuerpo perfecto = cuerpo delgado. Porque no es así, y no es sano pensar así. Y continuamente seguimos viendo en los medios como se relacionan ambas ideas y se sigue manteniendo una mentalidad negativa hacia los cuerpos más grandes o, simplemente, diferentes, que hacen que las personas que no entran en esa definición (hecha a la ligera por cuatro ‘cuadros’ que están preciosos para andar juzgando…) se llenen de complejos e inseguridades.

Así que no, que estar delgada no es tener cuerpazo, que los cuerpos Danone también pueden ser Petit-Suisse, Danonino, Actimel o Griego con fresas, y que la belleza  -estamos hartas de decirlo- viene en todas las tallas y formas.