El año se termina y al menos en mi caso es inevitable que no sienta un poco de nostalgia. Las hay que lo celebran por todo lo alto como queriendo dejar atrás todo lo malo para empezar de cero. Otras prefieren brindar porque sus sueños lleguen con un nuevo inicio… Pero en mi caso no hay 31 de diciembre que no me sienta un poco triste por todo lo que pudo haber sido y no fue.

Y si esto ya era así antes, ahora que soy madre a todo esto sumo un flashback anual que me hace darme cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. Si mes a mes soy consciente de cómo se me escapa mi hija de las manos, no hay manera de que me coma las uvas sin desear una tras otra que si ha de llegarme algo bueno sea todo para ella, por su futuro.

Este año lo tengo claro, mis doce deseos para el año nuevo llevarán su nombre, porque al fin y al cabo desde que nació su felicidad es la mía también.

¡Dong! 1/ Porque sea feliz aunque algún día no sea del todo bueno. Porque sepa lidiar con sus sentimientos y las frustraciones no le puedan. Porque comprenda que al final todo lo malo nos hace más fuertes y para disfrutar de la vida hay que ser positivos.

¡Dong! 2/ Porque entienda que aunque no puede tener todo, lo importante está en las pequeñas cosas. Porque en una época en la que el materialismo y el ‘quiero quiero quiero’ es lo que nos venden, que ella aprenda a saber exprimir los detalles es el mejor de los regalos. No puedo darle cada juguete o cada capricho, pero sí demostrarle que la vida es mucho más que eso.

¡Dong! 3/ Porque nunca le falte salud. El miedo ante una enfermedad o ante algo desconocido que trastoque nuestro día a día siempre ronda por la cabeza de cualquier madre. Hemos hecho frente a unos inicios que nos hicieron ser pacientes, y desear que todo siga igual de bien es lo mínimo que puedo pedirle al año nuevo.

¡Dong! 4/ Porque continúe siendo esa niña con inquietudes. A sus tres años verla preguntar y sobre todo recordar todo aquello que ya se le ha explicado, sentir que tiene auténtica inquietud por su familia y por todo lo que le rodea, es una pasada. Que continúe siendo esa niña con imaginación y creatividad y, por supuesto, que aprenda a aprovechar ese don magnífico.

¡Dong! 5/ Porque todavía no llegue ese día en el que le rompan el corazón. Porque pensaréis que tan joven qué sabrá ella de desamores, pero los hay y suceden, y quizás este deseo sea para mí por no estar preparada para afrontarlo. Que siga queriendo y viendo a los demás sin rencores ni tristezas, ya habrá tiempo para todo lo demás.

¡Dong! 6/ Porque pueda continuar disfrutando de los más mayores de la casa. Porque si es importante crecer con niños alrededor cuanto más lo es hacerlo con abuelos y bisabuelos de los que aprender y a los que abrazar a diario. Perder seres queridos siempre es un golpe duro, que este año al menos la vida nos de un respiro y podamos continuar unidos.

¡Dong! 7/ Porque el cole se convierta en ese lugar al que quiera ir y no un castigo. Hace un año veía el colegio como un espacio de ensueño al que estaba deseando ir por encima de todo. Tres meses después de empezar, cada mañana es una nueva batalla por querer escabullirse de ir a clase. Ojalá al menos algún día de tregua en el que celebre ir a ver a sus compis desde bien temprano. No más llantos ni discusiones.

¡Dong! 8/ Porque las cosas cambien como por arte de magia y pueda vivir en una sociedad feminista y sin peros. El deseo de cada año, el deseo que sé que añadiré a mi lista hasta la saciedad. No por imposible pero sí porque el camino todavía es largo. Que mi hija crezca sin oler ni un poco el machismo rancio que nos rodea. Que no tenga que escuchar aquello de ‘ni michismi ni fiminismi‘, que todos entiendan de una vez que el feminismo es la meta y no una moda pasajera.

¡Dong! 9/ Porque sepa perdonarme si le fallo en algún momento. No estoy programada como un ordenador para ser una madre diez. Me equivoco muchas más veces de lo que desearía y solo espero que ella entienda que cada metedura de pata me duele un millón de veces más a mí que a ella.

¡Dong! 10/ Porque sigamos siendo familia. No esa piña de catálogo que todos envidian, ni esa familia de revista que sale en portada posando delante de un casoplón. Únicamente que continuemos siendo nosotros, con nuestros más o nuestros menos, con nuestras tonterías y nuestros días buenos y malos.

¡Dong! 11/ Porque este año las vacaciones sean solo para ella. Tres días de playa no son suficientes. Fue todo lo que pudimos darle este último verano y desde entonces no deja de repetir una y otra vez las ganas que tiene de que haga calor para regresar a la playa. Porque podamos darle al menos una semana completa para ella, sin trabajo y sin nada de por medio, solo nosotros, la arena, el mar y cero estrés.

¡Dong! 12/ Por un año nuevo de grandes sorpresas. Siempre hay que reservar un último deseo al azar, pero de ese bueno y positivo que al menos nos deje un regalo en forma de premio inesperado del Karma o de las estrellas o de donde sea. Porque este año esa sorpresa nos beneficie a todos pero ante todo a ella y a su futuro, por supuesto.

¡Feliz entrada de año, amigas!

Mi Instagram: @albadelimon

Fotografía de portada