«Elige tus pensamientos con el mismo cuidado con el que  escoges tu ropa»

La frase no es mía, no soy tan poética, es un extracto de Come, reza, ama.

Tiktok es una red social que aún se me escapa. Mi sobrina intenta explicarme su pasión todas las  semanas, pero yo lo sigo viendo como las impresoras 3D, nunca voy a interiorizar que me pueda  comer un filete impreso ni la gracia de imitar bailes que otros han creado.

Pero esta vez trae algo que me provoca un hormigueo en la espalda, una práctica que llevo  poniendo a prueba desde hace año y medio y hoy es viral. Solo somos un 7% de la población española  los que padecemos ansiedad y cualquier remedio, inocente y sencillo, siempre es bien recibido. Por  eso, si tú eres parte de ese pequeño porcentaje, no dejes de leer porque, además de explicarte en qué  consiste, puedo hablarte de los resultados desde mi experiencia.

La responsable del vídeo viral es Mollie Trainor, una joven estudiante de psicología, que ha  querido compartir con nosotros esta sencilla práctica y que ha conseguido que se le catalogue como  “muy útil” por miles de usuarios.

“¿Sabías que si tienes episodios de ansiedad antes de un evento importante  puedes engañar a tu cerebro? Si estás nervioso, puedes combatir los nervios  engañándote para pensar que estás contento y entusiasmado, en lugar de  nervioso. Lo único que tienes es que decir en alto: ¡Estoy muy entusiasmado!  Eso es todo, eso es todo lo que tienes que hacer”.

Bien, por mi firma intuirás que la ansiedad es mi compañera de vida, mi experiencia con estas  prácticas es algo más laboriosa, pero desde luego es un buen punto de partida. Si has llegado hasta  aquí, estoy segura de que en más de una ocasión has sentido esos nervios antes de presentarte a un examen, montar en avión o hablar en público. Pero vamos más allá.

¿Tu cerebro es juguetón y te pone  en situaciones futuras, imaginarias, totalmente irreales, en las que te pones de mala leche sin que  sucedan? Dirán que es solo un 7%, pero no conozco persona que no me comprenda cuando explico  que soy capaz de autolesionarme simplemente pensando en futuros hipotéticos. Cuando entendí que  esa parte de mí no me hacía más que daño, tomé la mejor decisión de mi vida, acudir a un especialista.

Y fue ahí donde interioricé la frase «Elige tus pensamientos con el mismo cuidado con el que  escoges tu ropa». 

Si puedes estresar a tu mente pensando situaciones imaginarias o ilógicas, como morir en el ataque  de una cucaracha, ¿no es posible utilizar ese poder para conseguir el efecto contrario? Totalmente  cierto. Además, si eres como yo, que necesito una evidencia, algo más científico que pegar un grito de  entusiasmo al aire, me alegra decirte que esa evidencia existe. La mente es poderosa, pero estamos  regidos por la química para estresarla y para todo lo contrario, el simple hecho de tensar los músculos  que utilizamos para sonreír, o los mecanismos que trabajan cuando cantamos, mandan mensajes al  cerebro que se le hacen irresistibles. Por eso, como deberes dedico cinco minutos diarios a sonreír,  aunque no tenga ganas.

Como todo, requiere de constancia, no puedes pretender trabajar un día el bíceps y ser Jason  Statham al día siguiente. Trabajo, trabajo y trabajo, para conseguir mayor rapidez ante una situación  que percibimos como una amenaza.

Te animo a que lo pongas en práctica, lo único que tienes que perder son cinco minutos, así que  ¡sonríe!, que es gratis.

@loryzepam_