Quiero dejar claro desde el minuto uno que adoro a mi madre. No os asustéis. Después de hacerme la prueba de embarazo que confirmaba que estaba embarazada, a la primera persona que llamé para darle la noticia fue a mi madre.

Para las abuelas los nietos son una de las alegrías más inmensas que les regala la vida. Es como si rejuvenecieran de golpe 20 años y se llenan de luz y una energía desbordante. Es maravilloso. Pero no nos engañemos, las abuelas pueden volverse muy muy locas y muy muy pesadas con sus nietos, versus contigo.

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 Así que una que una que es precavida y empecé a ver la emoción tan exacerbada que le embargaba a mi querida madre, tuve que elaborar una lista de deseos para mantener a mi madre a raya y que no hubiera malentendidos desde el minuto uno. Si tenéis claro que el niño es vuestro y de su padre y que la abuela tiene que ser eso, abuela y no madre, ahí van mis sugerencias:

A LAS ECOGRAFÍAS, A LAS VISITAS CON EL GINECÓLOGO, MATRONA Y PREPARACIÓN AL PARTO VOY YO Y MI MARIDO. Si vuestra pareja no está cerca, entiendo que necesitéis que os acompañe vuestra madre, o una amiga o vuestro vecino del quinto. En mi caso, momentos tan increíbles como ver a mi hijo por primera vez en una ecográfica me los guardo para siempre acompañada por mi marido. Eso sí, al salir, la primera persona al a que llamaba, mandaba foto, video, audio y todo lo demás era mi madre.4

 

NO AVISAR A LA ABUELA EN LA PRIMERA CONTRACCIÓN. Tenía súper claro que si avisaba a mi madre con la primera contracción tardaría cero coma un segundo en presentarse en casa. Quería vivir todo ese proceso junto a mi marido, mano a mano, a solas.

EL PARTO. Solo puedo acompañarte un apersona durante el parto y esa persona iba a ser mi marido. Hay algunas mujeres que se sienten mejor acompañadas por su madre que por su marido. No es mi caso. Esos momentos de dolor y de amor a raudales son algunos de los instantes más increíbles e intensos que hemos vivido juntos. 3

 

LAS VISITAS AL HOSPITAL. La primera persona que vino a visitarme al hospital fue mi madre, obviously. Me morí de amor al verla, lloré como una niña pequeña y la amé más que nunca en mi vida. Pero no la quería ahí siempre. Las abuelas quieren ayudar, necesitan ayudar. Se han pasado la vida cuidándonos y tienen la necesidad de seguir haciéndolo. Y como amor infinito que son quieren cuidar del bebé, dormirlo, cambiarle el pañal, cogerlo, acunarlo, bañarlo y todo lo que sea posible. A las abuelas hay que decirles que no. Que las queremos mucho, pero el niño es nuestro y de su padre. Marcar los límites al principio es vital para un buena armonía abuela-madre-nieto futura. 1

 

EL POST PARTO. Este es sin duda el punto más complicado para toda nueva mamá. Cambios hormonales, un bebé difícil de gestionar, lactancia, noches sin dormir… en definitiva una locura muy compleja para las madres primerizas. Mi madre me llegó a proponer que me fuera al pueblo con ellos, que allí estaría mejor, me ayudarían, me harían la comida y estaría como una reina con el bebé. No voy a negarlos que alguna vez me tentó la idea, y tampoco juzgo a quien tome esta decisión, pero yo tenía claro que quería sufrirlo en mis propias carnes y en las de mi marido. Que por muy duros y caóticos que fueran esos primeros meses los quería pasar en la soledad de nuestra pareja. Y no me arrepiento, es más, me siento muy orgullosa de ello. unnamed

 

El de las abuelas es uno de los vínculos más importantes que tendrán mis hijos a lo largo de su vida, amo a las abuelas y amo a mi madre. Pero con la perspectiva y la tranquilidad de que es ella abuela, que podemos contar con ella siempre, pero que no invade nuestro espacio. Si estáis pensando en tener hijos, os recomiendo que en vuestra lista de deseos os plantéis el papel que os gustaría que jugase vuestra madre. De lo contrario es probable que ella se auto nombre el papel protagonista sin vuestro consentimiento. Las consecuencias pueden ser irreversibles. Palabrita.

Firmado: The perfect wife