Si a ti también te han preguntado si puedes dormir boca abajo, si has ido a pedirle a la dependienta una talla menos de braguita del bikini o si no sabes cómo narices colocarte el cinturón de seguridad del coche, no hay duda. Eres de las mías. Pechugona.

Que sí, que ya sabemos que ‘dos tetas tiran más que dos carretas‘ y que la Ramona pechugona es la mujer más gorda de tu pueblo, pero amigos míos, ya estamos cansadas de que nuestro pechamen sea el centro de atención. Cambiad el repertorio, por favor.

Nos parece genial que practiquéis vuestra puntería jugando con la miguita de pan, pero como dice Chenoa, ‘cuando tu vas, yo vengo de allí‘. Nos pasamos la vida recogiendo miguitas que se cuelan en nuestro escote con el mayor disimulo y haciendo malabares para que cuando tomamos sopa nuestro pechamen no acabe lleno de fideos. Así que no, no nos hacen ninguna gracia tus jueguecitos de Space Jam.

No sabemos cuánto nos pesan las tetas. LAS TETAS NO SE PUEDEN PESAR por mucho que Youtube se empeñe en demostrar lo contrario. No se pueden aislar del cuerpo, por tanto, no se pueden pesar. Y en el caso de que se pudiera, ¿nadie te ha dicho nunca que la curiosidad mató al gato?

Sí, también nos resulta maravillosamente cómodo hacer dos huequitos en la playa para tomar el sol boca abajo plácidamente, porque gracias a dios es arena y no cemento y eso que nos llevamos. Como decía mi abuela, ‘ande yo caliente, ríase la gente

Tampoco somos unas frescas que nos mole ir todo el día buscando guerra, es que básicamente nuestro canalillo gana la batalla contra los cuellos de las camisetas y lo que para mi amiga la que usa la 90B es una camiseta de lo más monjil para mi es un auténtico escándalo. Un poquito de consideración que con cuello vuelto nos asfixiamos. Y hasta donde yo sé, no hay camisetas en función de tu talla de pecho, de lo contrario, corregidme y avisadme.

Y sí, también damos gracias al señor por hacer sujetadores deportivos que nos sujeten bien las lolas, porque lo de correr o saltar como Falete no nos va. Las tetas botan, botan y duelen y nosotras somos muy de vivir la vida cual florecilla salvaje y correr por los montes sin preocuparnos de que se nos salga un pezón.

Y es que, en resumidas cuentas, mi abuela tenía razón amiga. Olvídate de los complejos y corre a buscar un buen bikinazo para este verano, para lucirlas, cuidarlas y mimarlas; que son grandes y necesitan mucho cariño.

PD: Falete, te queremos, es bromi ^^