Quiérete mucho;

Tanto como para repeler el veneno de las relaciones tóxicas, y absorber el antídoto de las sanas.

Tanto como para romper sin culpabilidad con amistades que restan más de lo que suman. Como para dejar de pagar las deudas de los números rojos que dejaron.

Tanto como para saber que eres todo lo grande que quieras ser, y no permitir que nadie te haga sentir menos.

Tanto como para pisar con paso firme y fuerte; tan fuerte que nadie pueda hacerlo sobre ti.

Tanto como para no conformarte con nada que no encienda tu alma. Con nada que no genere en ti la misma ilusión que sentías 25 de diciembre del ‘95. Cuando abrías tu regalo de navidad esperando encontrarte el Escarabajo de Barbie, el Diseña la Moda o la Casa Grande de Pinypon.

Tanto como para perseguir tus sueños más de lo que lo haría Freddy Krueger, y con la misma fuerza que le pondría Hulk.

Tanto como para amar tus cicatrices creadas con aguja y bisturí en la piel, y con experiencias en el alma; amar tus estrías como recuerdo de lo efímero del cuerpo; amar tus caderas como soporte de cada paso.

Tanto como para comprender que tu felicidad no puede estar condicionada por otra persona.

Tanto como para tener el tipo de amor que mereces y no uno con el que conformarse.

Tanto como para que creas que eres la mejor versión de ti, aunque esta cambie con el tiempo, como las circunstancias.

Tanto como como para ser la persona que más cree en ti, incluso aunque nadie más lo haga.

Tanto como como para decir “no” sin remordimientos.

Tanto como para no tener que hacer nada solo por complacer a los demás.

Tanto como para soltar y dejar ir, aunque duela.

Tanto como para perdonarte las veces que haga falta.

Tanto que inspires a otros a querer de la misma manera.

Quiérete mucho.
Por completo y sin disculpas.
Sin condiciones y sin recelos.
Quiérete desde la médula ósea hasta la glándula pineal.

Quiérete tanto como querrías que te quisieran.

Olvídate de narcisismos y egolatrías.
Te mereces todo el buen querer que exista, y éste comienza con hacerlo tú misma.

Marta Freire @martafreirescribe