Mi cigüeña era imbécil. Era un animal estúpido y gandul sin criterio alguno. La cigüeña nini me tocó. Que salió de París un día conmigo y pensó: “A este bebé tan gordo le va a gustar mucho la playa. Pues la dejo en Cataluña en la costa, que me pilla al lado”. Y ahí me tiró la muy hija de p…

Y claro no es que a mí no me guste mi comunidad, la adoro, pero en verano. En invierno odio todo y a todos. Porque yo soy Caribeña. Y mi cigüeña debía de haberse esforzado un poco y cruzar el Atlántico y dejarme en un país de centro América.  Donde sea verano siempre, y donde yo pudiera estar todo el día en pareo, en la playa y en los chiringuitos. Durmiendo en pelotas y sudando todo el día.

En vez de eso, ese pajarraco inmundo me dejó aquí, donde soy feliz 6 meses al año, porque la verdad del clima no me puedo quejar, pero los otros 6… uy los otros 6.

Esta soy yo en invierno. Comiendo y llorando hasta que llega el verano.

Doy gracias que no me dejó en Estados Unidos porque allí yo ya tendría una licencia de armas, y cada vez que escuchara a alguien decir: “Ay, qué ganas tengo de que llegue el invierno”. Sacaría mi fusil M-16 y le contestaría: “Pues que pena porque a este no vas a llegar”. Y otro inviernicidio para mi lista. De hecho allí podría ser la primera asesina en serie de inviernómanos (personas viciosas del invierno). Menos mal que el pájaro no me dejó en Nebraska.

Por ese motivo los de “qui guai il invierni” tenéis suerte de seguir vivos. Y porque yo soy adicta a la moda, y el traje de la cárcel pues es horrible, tanto el naranja, como el de rayas, como el amarillo de “Vis a Vis”. Que mira ese con lo morena que me pongo en verano, aun me resaltaría. Pero en invierno con ese color amarillento que se te queda la piel,  con ese  traje no sé yo. Aunque  allí al menos me podría hacer amiga de Zulema y putear a todos y pasar esas estaciones tan innecesarias mejor.

Bueno que me voy del tema. Es que es solo hablar de Invierno y… Eso es lo que me impide mataros a todos. Dad gracias a Jimmy Choo y a sus zapatos que allí no me dejarían llevar que si no… Ya me imagino un mundo lleno de gente veraniega. Echándonos laca todo el día para acelerar el cambio climático.  Que al paso que vamos no va a pasar mucho tiempo en que sea verano todo el año en todo el mundo, y entonces todos los pesados de “mi encanti el invierni”  tendréis que vivir hacinados en Laponia. Ahí  veinticinco en cada iglú, por la sobre población.  Y el resto del mundo lleno de chiringuitos sin hacer cola ni nada. Con un camarero por persona para hacernos la pelota a los veranoadictos que tendremos la mayoría del planeta a más de 40 grados todo el año.

Todo el día en chanclas y con la madre naturaleza amenazada, en plan.: “Cómo se te ocurra que haga un día nublado o que llueva, te reviento como a mi cigüeña. Que ya sabes cómo acabó”.

Así es que nada, que ya quedo claro que adoro el verano, ir medio en pelotas, sudar, beber, que sea de día hasta las nueve de la noche, ir todo el día en moño porque el pelo se te encrespa, la playa, bañarte, el sol, los chiringuitos, dormir con el aire acondicionado a 18 grados para taparte…

Y odio el invierno con toda mi alma, esos días tristes, donde se hace de noche a las cinco y todo el mundo se va a su casa a taparse con una manta y a ver Netflix ¡Qué aburrimiento!  Y luego hasta para echar un polvo te lo tienes que pensar porque cualquiera se desnuda a según que temperaturas y las cuarenta capas de ropa. Los pies siempre helados, la nariz roja, los chiringuitos cerrados, todo el mundo vestido de color topo… Si es que todo son inconvenientes.

¿Cómo sobornar a la naturaleza para que siempre sea verano?

Así que dad gracias que esto no es Estados Unidos, que no tengo permiso de armas, y que pronto llegará el invierno y seguiréis vivos y felices con vuestras cuarenta capas de ropa y vuestro nórdico. Mientras yo sufro y rezo para poder emigrar a Colombia un día y hacerme traficante de croquetas. Tener mi propia hacienda delante del mar, sin tener que volver a escuchar a nadie tan odioso que diga “Qui guinis tengui que llegui il invierni”.