En casa de algunas personas, como es mi caso, esta cuarentena se está convirtiendo en las auténticas jornadas gastronómicas del hogar. Ya no solo por lo que se cocina en casa propia sino por la libre circulación de recetas a través de las redes sociales. En nuestro caso se ha vuelto ya casi un clásico comentar entre amigas qué vamos a comer, cenar o merendar, pasarnos novedades o descubrimientos y darnos envidia entre nosotras. Porque siempre hemos sido unas zamponas y eso de no poder disfrutar juntas nos está amargando un poco, y hay que buscar la manera de compartir momentos como sea.
Esta misma tarde la pregunta crucial surgió poco después de la comida: ‘Y hoy, ¿qué se merienda?‘. Vivo en un piso con una pequeña que se sube por las paredes después de más de 15 días encerrada, que huye de mí cuando me ve con una pieza de fruta en la mano, y a la que ya no sé cómo contentar. Así que eso de ponernos mano a mano en la cocina es una perfecta vía de escape para todo:
- Tenerla entretenida. √
- Que aprenda un poco de cocina. √
- Que coma sano divirtiéndose. √
Hoy han tocado tortitas, de las de siempre, las que todas seguro que conocéis. Son sencillísimas y deliciosas. Y por si por aquí hay todavía gente que no ha disfrutado de esta merienda/desayuno, os traigo la receta que nos acabamos de comer entre las dos para que os la apuntéis y probéis a hacerlas.
Receta de Tortitas Clásicas (para 4 unidades)
Ingredientes
- 1 Huevo
- 20 ml de leche entera (nosotras hemos usado semidesnatada)
- 120 gr de harina
- 20 gr de azúcar
- 1 sobre de levadura en polvo
- Una pizca de sal
- Un poco de canela o azúcar avainillado (es opcional pero les da un sabor rico rico)
- 4 fresas
- Un poco de miel
- Mantequilla para engrasar ligeramente la sartén
El proceso, como hacer la O con un canuto. Incorporar todos los ingredientes de manera que nos quede una mezcla algo líquida pero con un poco de consistencia. Nosotras le hemos metido un poco la batidora para deshacer bien los grumitos de la harina. Después calentamos una sartén pequeña y ponemos un poquito de mantequilla, ojo, no demasiada, simplemente para que la tortita no se pegue.
Cuando veamos que empieza a estar caliente, con ayuda de un cucharón tomamos la medida de la cantidad que queramos para cada tortita y lo vamos echando con cuidado en el centro. Es importante intentar que todas sean más o menos de la misma cantidad para que salgan lo más parecidas posibles.
Bajamos el fuego a temperatura media, queremos que se cocinen pero sin achicharrarse. Cuando veamos que en la parte superior empiezan a aparecer burbujitas, es el momento de darles la vuelta. Con mucho cuidado y una espumadera, las cocinaremos por el otro lado. Puede que la primera os resulte un poco más complicadilla, pero os aseguro que la práctica se coge rápido y os irán saliendo como churros.
Se colocan en un plato una sobre otra, que es como las películas yankies nos han enseñado, y toca darles el puntito final. En nuestro caso, fresas laminadas y unos toques de miel.
Lo sabemos, no es una merienda para todos los días, porque además llenan un montón. Pero ha sido un ratito divertido y una manera diferente de comer fruta. De esta cuarentena saldrá más de un masterchef, ¡seguro!