Hoy os voy a contar lo que me sucedió con alguien con una diferencia de edad importante, para así romper un poco el estereotipo de que si se tiene algo con alguien mucho mayor es por algún tipo de interés.
Yo estaba sacándome el carnet de conducir, y por poder compaginar mi carrera universitaria con sacarme el carnet, decidí apuntarme a una autoescuela cerca de la universidad.
Mi profesor de autoescuela era un hombre de unos 40 años, alto, atlético, con ojos verdes y un estilo moderno desenfadado. Tenía el pelo largo, canoso y siempre lo llevaba recogido en una coleta, me parecía un hombre muy atractivo aunque me sacara unos 20 años de edad.
Ese día, iba con minifalda y arreglada, porque después de la clase iba a salir de fiesta con los amigos. Estuvimos haciendo la clase práctica y cuando se terminaba la hora, José me comentó que ya terminaba las clases por hoy y que tenía que ir a recoger un pedido a una tienda, por lo que si quería podía ir con él. Así yo llevaba el coche y seguía cogiendo experiencia; Obviamente era algo positivo para mí, y como no tenía prisa le dije que sí.
Cuando llegamos a la tienda, bajó y fue a buscar el pedido; 10 minutos más tarde salió enfadado porque aún no lo tenían preparado y le habían dicho que tardarían aún unos 45 minutos más en poder entregárselo.
Como llevábamos mucho tiempo conduciendo, decidimos ir a comprar algo para beber y volver al coche ya que hacía mucho calor en la calle y en el coche podíamos dejar el aire acondicionado encendido.
Me resultó gracioso verlo enfadado, le dije que nunca le había visto así y que al menos estaba yo allí para amenizarle el rato, a lo que añadí, con mi tono bromista, que si quería yo le podía relajar.
Yo creo que se quedó dudando por unos segundos si había oído bien lo que le había dicho, pero viendo mi sonrisa pícara dijo:
- Bueno, visto de ese modo, ¿Qué vas a hacer para relajarme? Sorpréndeme.- Dijo haciendo el gesto con las manos en plan » soy todo tuyo».
- No sé, podríamos… .- Le dije mordiéndome el labio mientras acariciaba su mejilla y el cuello.
- ¿Pero de verdad quieres algo y aquí? .-Dijo con cara de sorpresa.
- Me gusta el riesgo, ¿A ti no?
Me acerqué y le besé, él me siguió el rollo y cada vez estaba más caldeado el ambiente.
Me subí a horcajadas encima de él, le fui besando y mordisqueando el cuello.
Él mientras me abrió los botones de la camiseta y casi arrancándome el sujetador empezó a comerme las tetas.
Se bajó los pantalones ya le empezaban a apretar un poco, y yo aproveché para moverme encima de él con la ropa interior puesta, podía notar todo y el roce me estaba poniendo a 1000, podía intuir que tenía entre las piernas y estaba deseando cabalgarle para enseñarle cómo se tomaban mis curvas.
Empecé suavemente a moverme en círculos, él me levantó la falda y me agarró de las nalgas para frotarse contra mí.
Fui subiendo y bajando, cada vez más rápido y más fuerte, disfrutando del roce y sintiendo como él estaba tan cachondo que se acabó corriendo sin tan siquiera quitarse el calzoncillo.
- ¿Te he relajado al final? .– Dije sentándome a su lado.
- Sí, sin duda, voy a tener que enfadarme más a menudo. .- Dijo soltando una carcajada.
- Mientras no te enfades por como conduzco me vale.
- Todo lo haces genial. .- Dijo giñándome un ojo.
- ¿Vamos a por el paquete?
Nunca había estado con alguien mucho mas mayor que yo pero me encantó la experiencia de sentirme al mando. Debemos evitar los prejuicios, como en mi caso, hay personas que aman y/o tienen relaciones sexuales con personas más mayores sin intenciones ocultas, simplemente porque les apetece hacerlo, no lo olvidéis cuando veáis a dos personas de diferentes edades juntas.