ROMPO CON MI NOVIO Y MIS AMIGOS SE ME DECLARAN

 

Ya lo decía Nathy Peluso: ¿qué mierda les pasa a los hombres cuando se trata de una mujer? Yo, desde luego, no tengo la respuesta a esa pregunta. 

Hace algún tiempo rompí con mi novio. Teníamos una relación a distancia que se fue enfriando poco a poco, por lo que ya podía ver como se acercaba el final mucho antes de que ocurriese. Durante el proceso de aceptación y asimilación de tales circunstancias, me apoyé bastante en mis amigos, o más bien les di mucho la chapa con el tema. 

mis amigos

Una noche había salido de fiesta con mis amigos de la uni. Yo no estaba muy motivada, y uno de mis amigos, al que llamaremos Marc, enseguida me lo notó. Se acercó a preguntarme qué me ocurría, y le comenté que estaba mal con mi novio y que probablemente romperíamos nuestra relación.

Nos quedamos fuera del local en el que estábamos mientras le contaba lo mal que estaba, lo mucho que le echaba de menos, que no quería dejarle pero que tendría que hacerlo si las cosas seguían así… En fin, después de dos horas hablando del tema, yo esperaba algunas palabras de consolación por parte de Marc, y lo que me encuentro son sus morros acercándose a mi cara. Yo enseguida me aparté, obviamente. Lo primero que me sale decir es un «¿Qué coño haces?», a lo que él responde con una disculpa y, acto seguido, se va.

Que alguien me explique en qué momento alguien puede interpretar que tienes algún tipo de interés después de hablarle de lo mucho que echas de menos a tu novio. Pero la cosa no se quedó ahí.

mis amigos

Días después quedé para tomar unas cervezas con otro de mis amigos, Álex, del mismo grupo que Marc. Estaba un poco rayada con lo que me había pasado con este último, así que decidí aprovechar las cervezas para hablarle de lo mal que estaba con mi novio y además contarle todo lo ocurrido con Marc. Álex parecía entenderme en todo momento, y a pesar de que ellos dos eran muy amigos, me dio la razón en todo. Me sentí bastante afortunada porque muchas veces, en estos casos, a una la tachan de exagerada. Poco me duró ese sentimiento.

En cuanto terminó mi speech, Álex se pone muy serio y me dice que es normal que tenga esos problemas con lo buena tía que soy, y que él también tendría algo conmigo si pudiera. Yo estaba en shock. No podía ser que dos de mis amigos más cercanos, en los que tanto confiaba, me vieran de esa forma. Algunas pensarán que qué suerte tengo por tener a tantos chicos donde elegir, pero creedme que es horrible necesitar un amigo y darte cuenta de que para ellos eres un objetivo que conquistar. En ese momento empecé a pensar que quizás mis amigos no eran realmente mis amigos, sino que simplemente estaban a la espera de que rompiera con mi novio para poder tener algo conmigo.

Días después, Álex recapacitó y me pidió perdón, y las cosas con él volvieron a la normalidad. Con Marc jamás hablé del tema, y todo se volvió más incómodo. 

Pasó el tiempo y rompí con mi novio. Al principio creí llevarlo bien, pero luego todo se me vino encima. Me di cuenta de lo mucho que le echaba de menos, de que no quería perderle, de que quizás podríamos trabajar e intentar solucionar nuestros problemas… vamos, lo que todas solemos pensar cuando nos vemos solas tras una ruptura.

Para distraerme un poco, otro de mis amigos, Néstor, me invitó a pasar unos días en su casa de la playa. Tenía bastante confianza con él, así que no me sorprendió que me invitara a mi sola. Además, su familia también estaría allí. Podía estar tranquila, en este caso no había segundas intenciones románticas ni sexuales.

Pues no amiga. La primera tarde fuimos a la playa. Nos quedamos hasta el atardecer, hablando de nuestras cosas. Mi ruptura estaba muy reciente y fue uno de los principales temas de conversación. Pues chicas, yo no sé qué efecto produce en los tíos que les hablemos de nuestro ex que hace que se nos declaren.

mis amigos

Néstor me dijo que no me merecía pasar por algo así, que soy una persona increíble y que a él le gustó mucho. Menuda encerrona.

Yo no dije nada y fui al agua a darme un baño. Los demás días, intenté hacer como si nada, pero Néstor no se despegaba de mí. También es cierto que estábamos en su casa y no me iba a quedar yo sola haciendo mis cosas que si fuese la mía propia. Pero solo le faltó acompañarme al baño a cagar. Me agobié tanto que le acabé pidiendo que me llevara a casa. Así lo hizo, no sin antes ofrecerse a venir conmigo, a lo que obviamente le dije que no. No he vuelto a hablar con él desde entonces, aunque de vez en cuando sigo recibiendo mensajes suyos. 

Qué queréis que os diga, chicas. Yo ya no sé si tengo algún amigo de verdad o todos me ven como alguien a quien conquistar.

 

LOVELY RITA