Cuando te haces vegetariana son muchísimos los tópicos con los que tienes que cargar: que si pasarás hambre, que si solo comes lechuga…. Da igual el tiempo que lleves siéndolo, siempre habrá alguien que salga con una de esas frases irritantes que tienes que responder con buena cara para explicar, por octogésima vez, que no es cierta.

Hoy te desmontamos una que se repite más que el ajo, porque por mucho que insistan: ¡ser vegetariana no es caro!

De unos años a esta parte, cuando vamos al supermercado, nos encontramos con líneas de comida para personas veganas o vegetarianas; baldas hasta arriba de etiquetas donde aparecen las palabras bio, veggie o eco. ¿Qué ocurre con estos productos? Pues que, prácticamente, tendrías que vender un pedacito de riñón cada mes para poder consumirlos diariamente. 

Tampoco tienes por qué alimentarte sólo de ensaladas básicas y aliños para no hacer daño al bolsillo, ni tiene por qué gustarte forzosamente el tofu ¡sorpresa!, a algunas no nos gusta u otros semejantes: simplemente tienes que reinventar el concepto que tenías hasta ahora de las comidas.

Reconcíliate con las legumbres porque serán tus grandes aliadas, tanto por lo baratas que son, como por las distintas formas que existen para añadirlas a tu dieta. Hay más tipos de los que crees conocer, así como diferentes modos de cocinarlas: platos de cuchareo, cremas, ensaladas, salteados… ¡incluso hamburguesas! La variedad de platos dependerá de las ganas de experimentar que tengas

Sacian igual, o más, que un filete y la mayoría de las veces puedes hacer más cantidad y congelar para otro día. Al final, si haces la comparación, 1 kg de pollo o de cerdo te acaba saliendo mucho más caro. 

Lo mismo ocurre con las verduras, porque que no te guste un tipo de verdura no significa que las odies todas. Acércate a las fruterías de tu barrio y disfruta de toda esa gama de colores y olores: esos tomatitos frescos para un buen salmorejo, zanahorias que da gusto verlas, berenjenas más grandes que mi cara… ¡Bendito placer! Además, seguro que el frutero o frutera te hablará de las verduras y frutas de temporada que, normalmente, están más baratas que aquellas que tienes en el supermercado durante todo el año. 

Al final se trata de aprender a llevar un estilo de vida diferente; le empiezas a dedicar más tiempo a cocinar que antes, pero sin la necesidad de gastar un pastizal para comer bien y con el plus de ir adquiriendo una mayor conciencia sobre lo que te rodea.

Después de ser vegetariana desde hace casi tres años he descubierto que gasto mucho menos en comida, cocino más y mejor y, desmontando otro mito, mis analíticas están mejor que nunca. En cualquier caso, nunca está de más echar mano de profesionales que te asesoren sobre este tipo de dietas. Paola Bermúdez, @ecosol.pao en Instagram, Técnica superior en Dietética y Técnica en Cocina y Gastronomía, no sólo facilita recetas asequibles en su Instagram, sino que aporta información muy necesaria para romper con todos los mitos relacionados con este tema. 

María Merino