Estamos acostumbrados a escuchar promesas de todos, familiares, amigos, pareja y las mejores, las pingui promises. Una pingui promise es todo lo que te promete una pinga proyecto, es decir, esa pinga que te gusta y que todavía no has catado. Te dice de todo y más para colarse cual culebrilla entre tus bragas. Tú, que quieres creer pero te la han colao tantas veces que ya no te fías, intentas no caer en la tentación de dejarte llevar, porque claro, luego pasa lo que pasa y te llevas una decepción de la leche si te han prometido la luna y te has encontrado con un Babybel. Pero sigues cayendo, porque en tu interior, sigues creyendo que las promesas son algo indestructible.
Pingui Promise, el musical. Las 5 promesas que más nos cuelan:
Pingui Promise Loca con mi tigre: aquellos que te prometen noche crazy in love, es decir, las pingas que se tiran el moco diciendo que te van a hacer el molinillo con la lengua. Las que te juran que te vas a acordar de su nombre toda la semana cuando quieras cerrar las piernas y tus ingles te griten aquello de ‘hija de puta, no vuelvas a abrirte así ni pasarte 4 horas jugando al Cirque du Soleil’.
Lo que te encuentras: una pinga dormidina, tan aburridas que te duermen cada vez que te acuerdas de ellas. Típica pinga Samanta de Sexo en NY, esas que son no-materia, no- notas, no-nada. El típico estrellita de mar.
Pingui Promise Jägermeister: la que te promete noche de sexo y stoner. Todo intensito, le ves que está muy a tope con todo, bebe como un ruso en invierno y no teme despeinarse el tupé.
Lo que te encuentras: una pinga borrachina, en vez de bebo para olvidar, follo para olvidar. Todavía piensa en su ex y eres su clavo.
Pingui Promise La liao pollito: las que te prometen un señor pollón y no se refieren a un pollo grande con corbata. Haces texting y todo parece normal, estás emocionada porque en su mano parece que el señor pollón además de corbata lleva traje chaqueta.
Lo que te encuentras: una pinga que resulta ser el hijo pequeño del señor pollón. Está claro, su mano es la de Frodo y te ha engañado. Jódete, por querer fotopichas.
Pingui Promise Rabbit: las que te prometen horas de diversión, como el conejo Duracel.
Lo que te encuentras: una pinga con complejo de conejo de Alicia en el País de las Maravillas. Creen que llegan tarde y por eso acaban rapidito.
Pingui Promise Prince of Persia: Y pasa, te entregas al fornicio y entre cachete y tirón de pelo, te promete la luna o lo que es lo mismo, te promete un futuro. Con un futuro no me refiero a una casa y un perro, me refiero a un ‘Nena, para la próxima compramos condones de sabores’. Con eso tú ya estás bailando el crusaito y el Maikel Jackson pensando que te quiere volver a ver.
Lo que te encuentras: desaparece y pasa a ser un capullo más de tu rosal. ‘Igual me llama’ ‘A lo mejor me manda un whats nada más salir por la puerta’ ‘Quizás se ha ido tan pronto porque ha ido a por churros y ahora me los trae’. No chiqui, ni churros ni galletas dinosaurus, este lo que ha hecho es la de ‘Prometer hasta meter y, una vez metido, nada de lo prometido’. Despierta.
Titis, no prometáis con estos temas, que luego nos damos sustos y no entendemos qué pasa.
