Estamos todos encerrados en nuestra casa y existen muchas distracciones, no voy a decir que no (mis compañeras te han dejado muchas opciones). 

Pero somos seres sociales, no nos engañemos y nos gusta gustar , y por supuesto, nos encanta que alguien nos guste. Y con esto no quiero decir que te encante la persona, que las mariposas revoloteen locas en tu estómago (aunque quizá si en otras partes) o que quieras llevar al máximo nivel el cortejo porque tengas pensado ya  el nombre de vuestros futuros hijos y la canción con la que abrirás el baile. NO. No hablo de eso.

Hablo de la gracia que tiene el “pique sano” con alguien con él/la que existe tensión sexual. Un sexting muy disimulado pero muy entretenido. Que te revoluciona el cerebro y, que, por supuesto, genera una gran cantidad de capturas que tienes que compartir con tu grupo de amigos para que te aplaudan la inventiva. Efecto multiplicador de otra- y no peor- forma de entretenimiento. 

Vuelven los ex, los follamigos, las personas que desaparecieron sin decir por qué (huele oportunidad de venganza pero eso es otra cosa)… con un sano “¿qué tal llevas el encierro?”(¡parece que mejor que tu cariño!) . Quizá seas tu la que hayas tecleado estas palabras al que “era gracioso pero nada más” o a aquel chico con el que nunca supiste por qué dejaste de hablar. Pero ahora te  pica, no voy a decir el qué pero todos lo sabemos. Y no es malo, no seré yo quien lo juzgue. Indica que, aunque sea por una milésima de segundo, esa persona ha aparecido en nuestra mente. 

Ahora bien, ¿qué pasa con aquellos que no aparecen o no te contestan?.

Aquellos que te volvieron lo suficientemente loca como para estar pensando en él ahora mismo. Los que te rompieron el corazón o los que ni siquiera llegaron a él pero resintieron tu orgullo marchándose sin avisar. Pues, como buena amiga tuya que soy, te diré que  NO PIERDAS EL TIEMPO NI EN ELLOS NI CON ELLOS.  Y ya que ahora tienes mucho inviértelo en ti y, sobre todo, en aquellas personas a las que sí les interesas (el tipo de relación que sea). Haz retos,ve memes, interésate por algo nuevo y exprímelo, prueba otras cosas, entretén a tus vecinos y hazte viral si quieres… pero ¡no vuelvas a él, ni a escribirle ni a pensar en por qué no te habla o contesta! Porque sí, te contestará e incluso bien. Porque que no le haya salido hablarte no quiere decir que le pase algo contigo, pero no como a ti te gustaría que le pasara. Y si es así, ¿por qué vas a mantener una falsa idea en la cabeza?

Claro que puede haber muchas “excusas” novedosas como la situación: 

¡Seguro que está en estado de shock aún!, 

¡seguro que tiene mucho teletrabajo! 

¡a ver si le ha pasado algo! 

Y si, pueden no ser suposiciones, pero si le ves activo en redes y no ha mostrado interés en ti es porque no lo tiene. Sin más. Y no es nada grave, es la señal que esperabas para cambiar de dirección. El mundo te lo pone en bandeja y la bandeja quiere que la llenes, ¿quien eres tú para contradecirle?

Se acabaron los dramas , que no somos Shakespeare.