Yo siempre he sido una defensora de los juguetes sexuales. Algunos coleccionan Pokémons, yo vibradores. Tengo de todos los colores, texturas y velocidades. También tengo otros juguetes como estimuladores de clítoris, anillos vibradores, juguetes anales… Como véis, la lista es larga y no me avergüenza. Tampoco lo pongo encima de la mesa del salón como si fuese una virgen que protege mi casa pero cuando sale la conversación lo digo con orgullo.

El otro día estaba con unas amigas hablando de mi última compra. Es un juguetito que pillé por probar y que me flipa lo más grande, y una de las chicas dijo que también lo tenía. Empezamos a hablar del tema y me fijé en que una de mis amigas nos miraba atónita con los ojos como platos. De vez en cuando cogía su móvil, escribía y después volvía a la conversación. Dejamos el tema y al rato mi amiga dijo:

«Le he dicho a Fulanito (su novio, pa’ que me entendáis) que podíamos comprar el juguete ese del que hablabais pero me ha dicho que no». 

En ese momento la que puso los ojos como platos fui yo.

«¿CÓMO QUE NO? ¿POR QUÉ NO?»

«Nada, es bobo. Dice que le da miedo que le reemplace por el cacharro.» Contestó ella con una sonrisita como si intentase quitar importancia a lo que el gilipollas de su novio acababa de decir.

No quise darle mucha caña porque ella no tiene la culpa de que su novio sea tonto del culo, pero entre todas intentamos hacerle ver que si quería un juguete, se lo comprase independientemente de lo que pensase su novio.

Yo conozco bien a mi amiga y sé cómo es su novio. Lo del vibrador es la punta del iceberg. Se trata de un tío machista, homófobo y bastante gañán. Sí, lo mejor que podría hacer es dejarlo con él, pero si le decimos eso probablemente nos mande a la mierda y acabe aislada en casa con un tío que piensa que las mujeres solo servimos para fregar y follar. Por eso intentamos ser sutiles cuando hablamos del tema y apoyarla, siempre apoyarla.

Si has entrado en este artículo puede ser por tres motivos:

  • Piensas como yo más o menos.
  • Piensas justamente lo contrario y te apetece mandarme a la mierda en comentarios.
  • Te has sentido identificada con el título ya que a tu novio no le mola que uses vibradores.

Si eres de estas últimas, ya sabes lo que debes hacer. Tu novio es una persona con un ego muy frágil. El problema es que en vez de superar sus problemas mejorando su autoestima o esforzándose en la cama para hacer que te corras bien, te prohibe usar un juguete sexual. Está pensando con la polla. 

¿De verdad quieres estar con alguien que no quiere que disfrutes? No sólo no quiere que sientas placer, sino que ve como competencia un cacharro a pilas… Muy maduro no es.

Os juro que no hay nada más placentero como estar follando a lo bestia con un tío y que abra tu mesilla, saque un juguete sexual y empiece a usarlo contigo para que te corras a lo bestia. Eso es amor, lujuria, placer o lo que sea. Lo demás son tonterías.

Amigui, siento ser yo quien te lo diga, pero si tu novio no te deja que te compres un vibrador lo que tienes que hacer es dejarle a él. Y después comprarte el virador, obvio.

 

Redacción WLS