Si has abierto este artículo es que tienes un problema que ya te agobia demasiado, ¿me equivoco?

Tienes pareja y nadie duda de que estás completamente enamorada de él o ella, pero cuando te apetece un buen revolcón… ¡CHAAAAN! Decepción total. Acabáis y tú te quedas con esa sensación de no haber terminado, de querer más, de haberte aburrido, de falta de pasión, incluso de conexión. Cada vez que esto ocurre piensas: “tengo que decírselo” y entonces le miras y ves que tu pareja, está tan feliz y sintiéndose todo un campeón después de ese “polvazo”. 

Te sientes mal y piensas que igual la siguiente, será mejor… ¡¡¡ERROR!!!

Siento decirte amiga mía que, si ya llevas un tiempo con tu pareja y esto siempre ha sido así, no va a cambiar de la noche a la mañana por mucho que te quieras autoconvencer. Además, ¿te has parado a pensar en que igual, tú tampoco te lo mereces? O, mejor dicho, ¿Qué tú también te mereces un buen polvo? O mejor aún, ¡unos cuantos buenos polvos!

La realidad es que no existen hadas madrinas para solucionarnos estos problemas y convertir a nuestra pareja en el semental que nos gustaría, así que la responsabilidad recae 100% en ti. ¿Qué debes hacer? Deja de evitarlo y enfréntate cara a cara con el problema: habla con tu pareja y ver hasta dónde podéis llegar. A partir de aquí, sólo te queda hacerte algunas preguntas: ¿puedes estar siempre así? ¿Podéis aprender el uno del otro para conseguir complaceros mutuamente? ¿Crees que lograréis tener esa conexión explosiva que tú deseas? ¿Podéis llegar a algún tipo de acuerdo?

No es tarea fácil, está claro, pero no te queda otra que ser sincera contigo misma ante todas estas preguntas así que ánimo, ¡esos polvazos te están esperando!

 

Patricia Ponce