El debate de las frecuencias sexuales está ampliamente superado. O no. Está claro que no debes hacerle mucho caso a esa amiga que presume de folleteo casi diario, ya que lo importante es la calidad. Pero también es cierto que, cuanto menos haces, menos quieres, y viceversa. Entras en un bucle de inapetencia que puede (solo PUEDE) afectar a la salud de la relación. A veces hay que ponerse al lío para que nazcan las ganas, y no esperar a las ganas para ponerse al lío.

El debate de las frecuencias sexuales está superado con matices, vale. Una de las cosas en las que hay consenso general es que no hay un número ideal de relaciones semanales, sino aquel con el que la pareja se sienta cómoda y feliz. Y aquí es donde viene el problema, porque en mi relación hay disparidad.

Todo bien, menos el frungir

Mi relación de pareja es una de las cosas que más orgullo me hace sentir en la vida, así lo digo. Viendo lo que veo, se puede decir que no es fácil alcanzar una relación tan completa y tan sana con alguien con quien te compenetras tan bien, y a quien puedes considerar tu mejor amigo y tu compañero para todo. Lo que hemos construido es maravilloso.

Todo es perfecto menos una cosa, que creo que es precisamente lo que define la relación de pareja: la intimidad. Porque, sin intimidad, mi pareja sería solo mi mejor amigo. Y tiene que haber algo más.

La cuestión es que frungimos una vez a la semana, y no hay manera de subir la media. Esos son 4 o 5 polvos al mes, poco más de 50 polvos al año. Objetivamente, son pocos. Algunas pensaréis que son muchísimos en comparación a las relaciones que tenéis vosotras. Si folláis menos que eso y os sentís bien con ello, perfecto, pero asumid que folláis poco. E insisto en que no pasa nada si estáis a gusto con ello.

En mi caso, lo que hay es desfase de ganas. A mí me suele apetecer más que a él, partimos de esa base, pero a él le apetece en momentos en los que a mí no. No nos cuadramos. Además, en nuestro caso, el folleteo no es cualquier cosa de 10 minutos. Lleva su tiempo. Lo de estar limpiando, parar un momentín para un par de chupadas y contarla como sesión semanal no van con nosotros.

Le cuento esto a cualquiera y se sorprende. “¡Pero si vivís juntos!”. Sí, pero, ¿no os pasa que se forman rutinas? Trabajas, vas al gimnasio, le dedicas un ratito a la lectura o algo que te guste hacer, comer las duchas y… hora de dormir. Solo dormir. Y, así, pasan días y días y aquí no hay ni un toqueteo lascivo. Cariño sí, y besitos, y roces, y tocamientos espontáneos de zona prohibida. Pero sexo, lo que es sexo, no (obviamente no hablo solo de penetración).

¿Será que no nos ponemos?

Una de las consecuencias de la escasez y la disparidad es el impacto emocional. Una se pregunta: ¿será que no le pongo lo suficiente? ¿Será que nos hemos acostumbrado demasiado a nuestra propia intimidad y ahora somos como familiares no casados? Para evitar estos bucles de pensamiento hay que buscar soluciones.

Una opción es pensar bien en cuál es nuestro concepto de intimidad. Si la intimidad es solo sexo, vamos mal. Si la intimidad también es tener una conversación profunda sobre algo que no hablaríamos con nadie y muestras de cariño espontáneo, por ejemplo, entonces podríamos poner el tic verde. La intimidad está cubierta y podríamos dejar las cosas como están.

Otra opción es entender qué significa el sexo para cada uno y qué tenemos en común en esto. No es lo mismo que para uno signifique amor y conexión y para otro una necesidad física que satisfacer de cuando en cuando, por ejemplo.

Según la importancia que verdaderamente le demos a esto, habría que plantearse seriamente subir la frecuencia sí o sí, aunque eso implique follar “sin ganas” algunas veces para evitar que esto se convierta en una fuente frecuente de conflicto o de distanciamiento emocional. Pero, si damos por bueno follar sin ganas, nos metemos en el terreno pantanoso del deseo sexual y su relación con el consentimiento… ¡No es tan fácil!

Al hilo de todo esto, os lanzo la pregunta: ¿folláis sin ganas con vuestras parejas algunas veces? ¿Consideráis necesario o conveniente hacerlo para asegurar la buena salud de la relación?

Esse