Lo primero que quiero dejar claro es que no vengo a venderos nada, que es como suelen terminar todos los artículos que leo sobre este tema. Aclarado esto, empecemos.

Soy una master manifester. Una manifestadora del copón bendito de buena. Tengo pruebas y ninguna duda. Solo tengo un problema gordo: soy la persona más negativa que conoceréis en vuestra vida y, obviamente, eso se vuelve contra mí. 

A algunas os sonará, a otras quizá no. ¿Qué es una master manifester? ¿Qué es manifestar? Manifestar es hacer que algo aparezca u ocurra, de la nada (supuestamente). Aclaremos que estamos hablando en términos místicos, mágicos y que no vengo a venderte nada. Ni sistemas para manifestar tus sueños ni teorías con las que no estés de acuerdo, vengo a contarte mi historia. Un ejemplo sería manifestar o tener intención de que algo ocurra, y que ese algo acabe ocurriendo.

Ahora que puede quedar más claro el concepto os diré que es mi día a día. Todo lo que pienso y, sobre todo, lo que deseo más fervientemente se acaba cumpliendo. ¿Cómo lo consigo? Ni idea. ¿De dónde saco el término “master manifester”? Pues de una lectura de cartas que me hicieron hace años. Pero esto solo daba nombre a algo que me lleva ocurriendo desde siempre.

Por poner un ejemplo ridículo, no hubo un chico con el que me quisiera liar cuando acabé el insti que no sucumbiera a mis encantos. Ni uno solo, sin ser yo una diosa de la belleza ni mucho menos. Pero viene la otra parte, es que como os decía antes, soy súper negativa. Así que no dejo de atraer a la vez cosas malas. 

Afortunadamente lo que sí he notado es que puedo conseguir que a los demás les pasen cosas buenísimas, pero mi preocupación por ellos nunca se vuelve en que les pasen cosas malas. Eso me lo reservo para mí porque en el fondo no me quiero nada y me autocastigo constantemente.

Me pongo mística de más, pero voy: he conseguido evitar operaciones en mis mascotas, frente a cosas que los veterinarios decían que no tenían cura, solo deseando que no tuviéramos que entrar a quirófano porque era una operación complicada, al final se resolvió solo, cuando ya teníamos cita para la operación. Me ha pasado también con personas, en temas de salud no graves. No doy más detalles porque creo que la salud debe ser únicamente tratada por especialistas médicos.

Hace unos años empecé a usar un tablón de sueños, de deseos, como lo queráis llamar. En un tablón de corchos pegué fotos de cosas que quería conseguir y notas de otras cosas no tangibles. Al cabo de los años, tenía todo lo que había puesto allí.

Es algo que no comparto con nadie porque no quiero que piensen que estoy loca. Pero es que es innegable que esto me ocurre y que está ocurriendo de verdad. No, no creo en las casualidades, mucho menos en tantísimas.

Y sí, tengo un problema gigantesco y es mi negatividad. Sé que el día que me la quite de encima podré conseguir muchísimas más cosas y dejar de atraer otras tantas que no me gustan, sigo trabajando en ello a diario. ¿Y vosotras? ¿Habéis probado alguna vez esto de manifestar vuestros deseos?

La de siempre.