No debería ser un problema si no fuera porque…

¡Llevo saliendo con su hijo 4 meses! ¡4 meses! 5 si contamos el tonteo del principio o 6 si incluimos los sexting de Tinder. Y encima es que no es ni mi suegra porque él y yo ni si quiera lo consideramos relación de pareja al uso. Es lo que es de momento y a ambos nos va bien de esta forma, aunque hemos hablado y sabemos positivamente que si seguimos podríamos enamorarnos hasta las trancas. Sobre todo yo, que podría querer quedarme con él para siempre, incluyendo el cuento de hadas de boda y todas esas cosas. Pero de momento no.

Él está bueno, está más que bueno. No recuerdo la última vez que me gustó tanto un chico y además le da al mambo que es cosa fina. Por no mencionar otros atributos, y no hablo del tamaño de su armamento. Es sensible y amable y encima me pone a mil. Tiene una relación saludable con su familia, piso propio, y buen trabajo. El problema es su madre…

Esa señora que el día que nos conocimos (en una presentación no oficial porque coincidimos con ellos una tarde en las fiestas del pueblo) ya me llamó nuera. ¡Desde entonces no me la quito de encima! Me llama por teléfono, me invita a comer día sí, día también. Se llama así misma suegrita y no ha parado de comprarme cosas. Que si, que visto los elementos que hay por aquí y me doy cuenta de que me puedo dar con un canto en los dientes con esta, porque hay cada elementa que es para encerrarla y tirar la llave.  Pero ni calvo ni con dos pelucas, señoras.

Tanta intensidad me pone de los nervios, y más cuando lleva dos semanas presionándome para que tengamos hijos. Me envía artículos de maternidad, me recomiendo libros, me pide que quedemos en tiendas de bebés para mirar cosas. El otro día me mandó una lista de posibles nombres. ¡Hasta de jodidas escuelas de primaria!

Yo creo que tiene que tener algún problema o algo. Pero le he preguntado a mi chico/novio/lo que sea, y me ha dicho que no tienen ningún problema mental, ni traumas ni nada por el estilo. Yo es que le he dicho que o le dice algo o la bloqueo del teléfono. Reconozco que él se ha puesto de mi lado y le ha parado los pies a su madre. Pero no es como si sirviera de mucho. Lo curioso es que mi “suegra” tiene más hijos, algunos de ellos casados. Y con ellos no es así. Yo ya no sé si es porque esa mujer quiere tener nietos de su hijo de verdad, o es que lo hace para ponerme al límite y que lo mande a tomar por el culo. Ya no tengo ni idea.

Además… es que luego lo veo a él… ¡Y joder! Aguantaría hasta a Donald Trump de suegro si con eso pudiera seguir con él. Al mismísimo Lucifer. Porque el niño parece salido de un libro. No es perfecto… Obvio. Pero hace unas cosas con la lengua que son dignas de un estudio en Harvard.

Pero luego me acuerdo de su madre y es el mejor remedio para mi mente calenturienta. Porque lo último que me apetece es quedarme cerca de él y de cualquier miembro de su familia, sólo por si acaso. Aunque reconozco que la única obsesa de los bebés es ella.

 

¿Por qué estas cosas sólo me pasan a mí?

Anónimo

 

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