Para empezar, en mi defensa diré que soy una tía de lo más normal. Con sus kilos de más, con la vergüenza justa y necesaria, sin sentido del ridículo y con mucha autoestima. Siempre he dicho que mis kilos de más van relacionados con esto último, por el simple hecho de que me suda el parrús si estoy gordi o no, soy feliz darling, y eso es lo que me importa.  

Al lío que me voy por los cerros de Úbeda, y eso que nunca he estado.

El otro día leí en internet que el futuro del sexo y los orgasmos está en desarrollar el oído. ¿Equiumi? Ya están los “modennos” de turno creyendo que han encontrado la panacea del gustito y placer. Y yo lo flipé muchi muchi ante tal gilipollez que acababa de leer.

No por no ser cierta, que lo es, sino por calificarlo como algo nuevo. Y digo lo es porque con los años aquí una descubre lo que le gusta y lo que no. Y oye, el ponerte una porno, cerrar los ojos y dejarte llevar solo con el sonido de las respiraciones y la imaginación… querida, si no lo has probado, Do it right now.

Yo cada vez que veo Her y llega EL MOMENTO me pongo en modo perra en celo. Y tú dirás. ¿Cuál es ese MOMENTO? Pues el mismo en el que Scarlett Johansson, con su voz sexy pone perraco al dios Joaquin Phoenix y se dan mandanga de la buena. Y tú dices, wait, pero si ella es un sistema operativo, cierto ¿y? Esa escena es delicia para los oídos de cualquiera.

Es como cuando estás en la pista de baile, con los ojos cerrados, bailando tu canción preferida y dejándote llevar. Sin importar quien haya alrededor, solo sintiendo el momento.

Si he logrado que te pique un poco la curiosidad, hay varias páginas en la que puedes encontrar mandanga de la buena. Como por ejemplo en Pornhub y su Hypno hfo o en la sección de audiolibros para adultos en Amazon. Aunque sinceramente, en tu página preferida de porno, que en estos todas tenemos el morro fino, aminja… también te puedes apañar, solamente tienes que cerrar los ojos y dejar que fluya es gustito. Y ya que siempre está la que dice, ¿Es que nadie piensa en los partners!? También hay para ellos y ellas. Dile que te susurre cositas X que te erice la piel y te hagan bombear la pepitilla y listo.

 

Y ya si eso, cuando te levantes de la siesta conejera (dícese esa cabezadita que le sigue al orgasmo y es igual de placentera o más que lo anterior) me cuentas qué tal.

 

Alba B