Tinder sorpresa: el pajarillo que salió volando
Lo mejor de toda esta breve historia, fue que tras aquella clara de limón me bebí otras dos más, esta vez con aquel camarero ya al otro lado de la barra.
Follodrama: El guaperas que se me desmayó
Después de eso no volvimos a hablar nunca, supongo que él por vergüenza y yo por lo mismo también.
