Si hay unas curvas que son mi debilidad esas son las de Tara Lynn. La diosa por excelencia dentro del mundo de las tallas grandes y mi gran favorita desde sus inicios. Supongo que será cuestión de gustos y habrá quien sueñe por las noches con convertirse en Kate Moss o Irina Shayk, pero si a mi me dieran a elegir parecerme a alguien físicamente, esa sería Tara. Cara de muñeca de porcelana, ojos claros y rasgados, labios carnosos y cuerpo igual de carnoso y contundente. La feminidad por excelencia.

En España ya nos hemos enterado que su cara es sinónimo de éxito y la modelo ha aparecido en portada de Elle, artículos de El País y posts de Terra. Precisamente en su entrevista para El País, Tara reconoce que jamás pensó dedicarse al mundo de la moda y es que sus complejos no le permitieron acercarse a una agencia de modelos hasta cumplir los 25. Ahora, con 31, la estadounidense es una especie de Rey Midas que convierte en oro todo lo que toca.

 El efecto Tara es incalculable. Confieso haber comprado más de una prenda obsesionada por habérsela visto a ella en un catálogo. Perseguí un bañador de H&M azul con un volante en el hombro durante meses como una loca desbocada. Cuando lo encontré (encima rebajado) le di besos y evité ponérmelo mucho para no rozarlo contra el borde de la piscina (typical). Y es que la ropa cuando se la ves a ella puesta hasta parece más bonita.

La aparición de esta mujer en el mundo de la moda supuso un soplo de aire fresco que espero se mantenga con el paso de los años. ¿Tenéis alguna modelo plus size favorita?