Le conocí cuando tenía veinte años. Él tenía dos años más que yo y era guapísimo. Moreno, alto, ojos negros y muy inteligente.  Siempre fue mucho más inteligente que yo. No os podéis imaginar, de verdad, la suerte que tuve. 

Al principio, todo era precioso. Las mariposas llegaron para quedarse antes de lo que hubiera esperado. Apareció por casualidad en aquel bar, bailamos y aquella misma noche me dijo “serás mía”.  Yo creo que cuando acabó la canción ya estaba enamorada de él.

Venía a buscarme todos los días a la universidad y me llevaba a casa en su moto. Realmente era el novio perfecto. Me decía lo que tenía que ponerme para que estuviera más guapa y aquello que me hacía parecer una puta . Con él aprendí muy pronto que ya no necesitaba enseñar nada por ahí, que él me veía en privado. Yo ya tenía “ un chico”, así que no tenia por qué ir buscando guerra. Era tan considerado conmigo… De verdad que no puedo explicar con palabras lo mucho que se preocupaba y me cuidaba.

Me cuidaba tanto que me hizo ver que, mis amigas de toda la vida y las de la universidad, a las que quería con todo el alma, en realidad eran lo peor. Qué malas eran, que bailaban hasta las mil. En serio, es que con él descubrí que eran unas zorras. Sólo querían que lo dejase porque me tenían envidia. Así que, gracias a dios, me aparté de ellas.  Y de sus consejos. Porque él tenía razón. Que si mala influencia, que si no te está haciendo bien, que si eso no es querer… ¿ qué sabrían ellas de lo que era querer? Si sólo teníamos veinte años. Yo había tenido mucha suerte al haber encontrado al amor de vida tan pronto, pero, ¿qué culpa tenía yo de que ellas tuvieran que seguir buscando?.

Yo ya no las necesitaba.

Ni tampoco necesitaba instagram, que ahí sólo se meten las busconas. Y el whattsap sólo lo quería para hablar con él. Él era tan bueno conmigo que hasta me hacía el favor de revisarme las conversaciones, por si alguien me estaba engañando. Que yo era pequeña, inocente y NO QUERÍAN QUE ME MANIPULASEN. Jobar, que novio tan increíble tenía chicas. Era el mejor. Él en cambio usaba las redes mucho. Incluso alguna vez me hablaron chicas para decirme que me estaba engañando. Pero que loca celosa era. ¿Cómo podía ser tan tóxica?

Gracias a él dejé de hacer esos planes tan absurdos de “universitaria tonta”. Ni fiestas, ni viajes, ni erasmus…. Si yo lo tenía a él, ¿ para qué querer algo más? Si lo tenía todo.  No necesitaba más amigas, ni mucho menos amigos. Que los chicos sólo me querían para follar porque todos son iguales. Menos él. Que era el novio más atento del mundo. Y es que, ¿les parece o parecerá bien a vuestros novios que tengáis tantos amigos? Eso es de calienta pollas chicas, hacedme caso.

Se preocupaba tanto por mí que me llamaba gorda cuando comía por ahí con mi familia. Y que me cuidara, porque si no, a él no le iba a gustar. Y claro, ¿quién me iba a querer siendo yo?. Así que dejé de comer y llegué a los 52 kilos. ¡Y qué guapa estaba!. A él le encantaba asi que yo me quería un montón.

Mis padres y mi hermana no lo entendían. No entendían por qué nos queríamos tanto que a veces doliera y fuera llorando a casa.  Tampoco que no saliera de casa sino era con él y que tuviera que estar todo el día con la web cam. Pero porque eran malos, él también tenía razón. No querían lo mejor para mí porque eran unos egoístas y sólo se preocupaban por mi hermana.  Me reñían por no comer, por suspender las asignaturas de la carrera porque estaba todo el día con él, por querer dejarlo todo y ponerme a trabajar… Es que no sabéis lo insoportable que era tenerlos encima  haciéndose los preocupados.  Asi que me aparté también.

Pero no estaba sola. Estaba con él, con sus amigos y familia. Porque los míos eran lo peor, pero no sabéis qué gente le rodeaba a él. Y unas chicas… ojalá haber sido como alguna de ellas porque él no paraba de decir la mala suerte que tenía conmigo. Incluso llegó a acostarse con alguna pero lo entendí porque no había comparación entre ellas y yo. Porque a mí, a veces, no me apetecía hacerlo pero a él siempre. Así que no ponía interés ni emoción y algunas veces lo hice forzada para que no se enfadara. Y él lo notaba y no le gustaba.

¿ cómo le iba a gustar siendo yo?.

Sólo podía estar tan agradecida con él…. Y perdonarle porque era el amor de mi vida, chicos, os lo juro. Y si me lleváis la contraria es porque no os habéis enamorado como él se enamoró de mí. Me quería tantísimo… 

Me dejaba siempre que discutíamos pero yo lo entendía porque me ponía muy pesada. Siempre fui mala en todo. No se que vio en mi y siempre se preocupaba de recordármelo.

 Finalmente, nos fuimos a vivir juntos. Yo apenas salía de casa porque tenía que cocinar, planchar, limpiar… Iba del trabajo a casa y sin relacionarme con nadie. Sólo con él porque qué mala suerte, todas las chicas que conocía eran unas putas y todos los chicos querían follar conmigo. Él, sin embargo, no. Terminó su carrera, hizo unas prácticas increíbles y trabajó de lo que le gustaba. Conocía a muchísima gente y todos eran asombrosos Me daba mucha envidia pero es que, de verdad, que él se lo merecía todo. Era tan inteligente, único e increíble… 

Siempre llegaba tarde a casa y se enfadaba cuando no hacía las cosas bien. Pero es que era lógico, yo era una puta vaga que trabajaba en una oficina y ganaba una mierda. Y él era brillante y me mantenía. Se lo debía. Le debía toda mi vida. Y poco hacía para compensárselo. 

Tuve que dejarlo cuando me dio una paliza que llevó al hospital. Las anteriores se las perdoné porque me quería muchísimo y a veces se le iba la mano. Pero, de verdad, era porque no podía controlar todo el amor que sentía hacía mí. 

 También me decía que se quitaría la vida si le dejaba, me enseñaba los cortes que se hacía en las muñecas y los botes de pastillas que iba a tomarse.No podía dejarlo así. Solo. Cuando él había estado tanto tiempo conmigo.

Así que le perdonaba, porque ERA EL AMOR DE MI VIDA y cuando estás enamorado lo perdonas todo. 

Pero en la última pelea me hizo daño de verdad y me daba miedo verle, así que me fui de la ciudad a buscar una nueva vida sin él. Pero él me quería tantísimo que supo cual era mi dirección y me mandó un mensaje “o eres mía o de nadie”. 

Y ya no fui de nadie.

 

EL AMOR NO LO PUEDE TODO y NO TODO ES AMOR

 Por favor, salid de ese tipo de relaciones aunque no lleguen a tales extremos.

 Sois más fuertes de lo que pensáis.  SE PUEDE, os lo prometo, confiad en que todo va a ir a mejor

Buscad ayuda y dejaros ayudar. Porque seguro que tenéis a muchas personas que os quieren de verdad sin condiciones ni trampas. Nos tenéis a nosotros. 

Y POR ENCIMA DE TODO, Os tenéis a vosotras mismas, que es lo más maravilloso que vais a conocer, cuidaros mucho. 

@VEGA.ESE