Yo sufro de incontinencia de orina.
Después de mi primer hijo ya lo sentía, el pis se me escapaba al toser, al reír, al saltar. Pero después del segundo hijo ya no podía ni ir al gimnasio, porque notaba cómo se escapaba un chorrito en cada salto. Y qué vergüenza sentía al ver hasta el pantalón mojado.
Lo había hablado con mi madre, pero me había hecho creer que era normal, que los partos tenían sus consecuencias, pero que lo importante es que tenía a mis hijos sanos. Pero yo no me encontraba bien.
Recuerdo cuando una vez mi abuela me trajo una compresa anti incontinencia y me dijo “¡Si estas son las de la tele! Ya verás que son muy buenas, a mí me encantan” “¿Qué te encanta llevar las compresas anti incontinencia? Pues lo siento, pero YO ME NIEGO a llevarlas.
Esta es la historia real de Noelia, una de mis muchas pacientes que acuden a consulta a pedir ayuda. Algunas empiezan a normalizar el hablar de ello, otras lo “dejan caer” cuando se están yendo por la puerta como “A ver si tengo suerte y me ayuda y si no “yo no he dicho nada””
Es triste que la sociedad haya normalizado la incontinencia de orina. Y como siempre, la que más lo sufre es la mujer: un suelo pélvico “abierto”, los partos, la menopausia sumado a otras situaciones como el tabaquismo o el sobrepeso hacen que esta zona sufra mucho, afectando a la calidad de vida de la mujer. Porque la calidad de vida SÍ IMPORTA: Es cierto que no será un cáncer, pero sí influye mucho en el bienestar de la mujer, en su día a día, en su autoestima sexual y su autoconfianza. Y eso es muy importante.
Además, lo que muchas mujeres no saben es que existen diferentes tipos de incontinencia de orina, con diferentes causas y diferentes tratamientos. Y sí, todas tienen tratamiento. Noelia sufría de la llamada “incontinencia de esfuerzo”, debido a una debilidad del suelo pélvico y los soportes de la uretra.
Pero ¿qué me decís de la típica “amiga meona” que va buscando baños allá por donde va y luego echa dos gotitas y ya? Eso tiene un nombre y se llama “vejiga hiperactiva” y se produce por contracciones involuntarias del músculo de la vejiga que hacen que entren ganas de orinar con “urgencia” y, si se suma a un suelo pélvico débil o una contracción fuerte, se termine escapando el pis también.
A veces ambas incontinencias conviven juntas (llamada incontinencia mixta). Pero incluso hay más causas de incontinencia de orina. Por eso es tan importante NO NORMALIZARLO y acudir a un médico especialista en Suelo Pélvico para hacer una correcta valoración y empezar a poner tratamiento, desde las clásicas fisioterapia o cirugía hasta las novedosas técnicas de ginecología regenerativa como el láser o la radiofrecuencia.