Si señoras, ni nos habíamos besado, ni me había susurrado a la almeja y va y me presenta a su familia en Nochevieja.

Como a muchas de las que escribimos aquí, debo de tener un duende que me persigue y atrae aventuras, personajes y situaciones comprometidas.

Estaba a puntito de llegar la Navidad y entre el trabajo, las pocas ganas de salir de fiesta y las muchas de que me comieran la almeja decidí re activar mi cuenta de tinder. ¿Me daba pereza? Si ¿Estaba muy a falta de pepino? También.

Después de hablar con unos cuantos hombres de cosas que no me interesaban una soberana mierda, di con un chico majete que me hizo reír desde la primera frase. ¿Qué te voy a decir? Se nos loó la tarde, nos pasamos toda la tarde en una tinder-cita y como consecuente cita, acabó en un tinder-sexting en toda regla: audios, fotos y corridas.

Me presenta a su familia en Nochevieja

Truquito: si eres muslona puedes utilizar el satisfyer sin manos. Doble guiño para las amantes del sexting.

Nada, al día siguiente seguimos hablando y quedamos para echar unas cañas. Esto no lo he entendido jamás: me has visto las tetas, el coño y has oído como me corro pero ¡Eh! Primero, vamos a conocernos con una cañas ¡Menuda estupidez más grande señores!

El tío resultó ser un encanto, tenemos muchas cosas en común. Estaba muy salida, tenía la almeja en su salsa, estuve sonriendo toda la tarde y mantuve la compostura aunque en mi mente le estuviera pegando sorbitos al pre seminal.

La tarde fue muy bien y nos despedimos con un tímido beso en la mejilla. ¿Dónde está mi follada salvaje? ¿Mi comida de coño arrebatadora? ¡Dame lo que me prometiste! ¡Lefa en mi almeja! Nada, llegué a casa y me froté el tema como si quisiera sacarle brillo, lo típico.

Al de un rato el chico me llamó por teléfono y me dijo que había estaba muy cómodo, que le había encantado, que había sentido una conexión tremenda y que estaba muy emocionado por seguir conociéndome. Totalmente mutuo y correspondido, me hizo mucha ilusión que me lo dijera. No sé, los chicos de esta era suelen hacerse los duros ocultando sus emociones, pero este tío era honesto, abierto, sin tonterías. Y eso me encantó.

Me presenta a su familia en Nochevieja

Suponía que entre festivos, comidas familiares y compromisos tardaría en verle. Tampoco me iba la vida en ello sinceramente, pero sí que me apetecía volver a charlar con él y ponerle todo el potorro en el morro. Ay a veces soy demasiado franca ¿verdad?

Bueno, el otro día recibí una llamada del susodicho

«¡Hola! Sé que es pronto y quizás te suene raro, pero sé que en Nochevieja estarás sola y me preguntaba si querías venir a pasarla conmigo»

¡Ostia! ¡Claro! Vino, cena y sexo desenfrenado ¿Cómo coño iba a decir que no? Era justo lo que estaba deseando. Pero entonces me dijo:

«Estaremos unas 20 personas, pero son todos bastante mayores, mis tíos, abuelos, primos, padres…»

¿Qué? Espera ¿Qué? ¿Me quiere presentar a su familia en Nochevieja?

Me quedé muy sorprendida, no sabía si me estaba gastando una broma o qué coño estaba pasando. ¿Cómo voy a conocer a sus padres en Nochevieja? ¡Si aún no me ha comido ni la almeja! Por un momento pensé: ¡Joder estas cosas sólo me pasan a mí! Solo busco que me revienten el coño a empujones y me viene uno con esperanzas matrimoniales.

Le dije que era todo muy precipitado y él me contestó:

«No te voy a llevar como ni novia, no te agobies. Pero tú estás sola y a mí me gustaría pasar esa noche contigo, lo malo es que como no esté en casa me cortan los huevos»

Lo pensé durante un par de minutos y no sé por qué, me sentí cómoda con la idea. Vale no, no me sentí cómoda, pero me atrajo mucho su iniciativa. El sabía que estaría sola y quiere pasar la Nochevieja conmigo pero tiene que cumplir con su familia.

Me resultó espontaneo, empático, sincero y sin las típicas tonterías de «No quiero que sepan que estamos viéndonos»

En un mundo en el que todo el mundo pretende y se oculta, ese gesto de normalidad, de tomárselo con naturalidad y sin tonterías me conquistó.

Me presenta a su familia en Nochevieja

¡Así que le he dije que si y me presentó a su familia en Nochevieja!

Le dije que sí con una condición, que me llevara cómo una amiga, que no contáramos que nos estamos conociendo ni que estamos ligando, porque eso lo hubiera hecho MUY incómodo para mí.

El caso, que me armé de lentejuelas y me fui a pasar la Nochevieja con la familia de un ligue de Tinder.

Fue una noche genial, bebimos un montón, nos reímos mucho y cenamos de miedo. Su familia resultó ser muy acogedora, en ningún momento me sentí incómoda. Para serte sincera, conocer su faceta familiar me ha ablandado el corazón y me hace sentir que le conozco algo mejor.

Tampoco te equivoques, me ablandó el corazón pero no acabé el año haciendo la cucharita e intercambiando votos de amor eterno. Nada más terminar la cena familiar entré en 2022 mordiendo sábana y con los muslos empapados de ganas, gemidos y satisfacción.

 

Anónimo

 

Envía tus historias a [email protected]