Vigo se ha convertido en el epicentro de la Navidad. Los más de 9 millones de leds de Abel Caballero son noticia cada dos por tres, se organizan excursiones a la ciudad olívica y hasta nos han salido intento de competidores (señor Almeida, no tiene usted nada que hacer). De todo este fenómeno se podrían escribir tesis enteras, pero hoy lo que voy a hacer es daros algunos tips por si habéis decidido visitar mi ciudad con la excusa de la Navidad.

Sí, lo primero que debes hacer es ver la Navidad porque merece bastante la pena, al cesar lo que es del cesar. Es muy probable que te cruces con el amadísimo líder, no pierdas la oportunidad de sacarte un selfi con él que siempre está dispuesto. Y ahí van los puntos importantes a visitar:

  • La puerta del Sol. La visita al Sireno y al Dinoseto es obligatoria, además ese punto de la ciudad parece un anuncio de la lotería (de los de la época que salía el calvo) y está EL ÁRBOL con su juego de luz y color al ritmo de la BSO de los Piratas del Caribe (ya, yo tampoco lo entiendo). Ahí puedes parar a tomarte  la primera caña en El Cosmos (os juro que no me patrocinan, pero es que tienen mi pincho de tortilla favorito de la vida).
  • Perderte por el Casco Vello. La plaza de la Constitución está preciosa llena de bombillas y además se concentran una cantidad de bares bien maja para seguir tomando cañas. Recomiendo, si el tiempo lo permite, hacer un check point en la plaza de la Colegiata para tomarte una Estrella Galicia y unas pipas con el culo frío de sentarte en la piedra.
  • Romperte los dientes patinando en la pista de hielo que hay en el Naútico.
  • Puedes visitar el belén monumental que han montando en la Casa das Artes.
  • Coge el autobús que te hace el recorrido de las luces de Navidad. Cuesta 1,35 € y es perfecto para las personas más vagas (¡jejeje!).
  • Darte un paseo por el Cíes Market (o mercadillo de Navidad sin puestos de cosas navideñas) que han puesto en la Alameda. Se supone que van a poner cañones de nieve (WTF!) y hay un montón de puestos de comida (choripanes, garrapiñadas, gofres…). Pasear bajo las luces y comer me parece un planazo. Importante: evitar las horas puntas porque se peta locamenti (los fines de semana entre las 19:00 y las 22:00 es complicado caminar). Y al final del camino (o al principio, según se mire) está LA NORIA, el ojo de Sauron, el núcleo irradiador (que va a toda leche por cierto).

  • Si has aguantado la cola de la noria (y has pagado los 5 pavos que cuesta subir) es el momento de subir la calle Colón, que encima convalidad por una clase de cardio. La perspectiva desde la farola de Urzaiz (tanto hacia arriba como hacia abajo) es muy guay. Ahí está la bola gigante de Navidad y con un poco de suerte te puedes encontrar con unos cuantos Stormtroopers vigilando la Estrella de la Muerte.
  • La «calle de Frozen» es una mierda, lo siento.

Pero amigas, Vigo no es solo LA NAVIDAD y hay un montón de cosas que puedes/debes hacer si vienes de visita:

  • Fijarte en los edificios preciosos que hay en «el ensanche» de Vigo (zona Puerta del Sol y alrededores), que no todo van a ser luces.
  • Desayunar en la terraza de El Corte Inglés. Sí, tiene que ser en la terraza y no te preocupes que es cerrada así que no te vas a coger una pulmonía. Es que tomarse el café con esas vistas es muy chu-chu-chuuuuuli.
  • Sentarte en un banco del mirador del Paseo de Alfonso justo cuando se está poniendo el sol (siempre y cuando no esté lloviendo, claro). Observar la ría en todo su esplendor, las bateas y la orilla de enfrente que es O Morrazo y mola un montón.

  • Subir al Castro. Más cardio, más vistas y movidas Celtas muy cuquis (en las que yo hacía botellón cuando era joven y aún no teníamos ese cuidado con el patrimonio de la ciudad). Si no te apetece subir hasta ahí arriba (completamente comprensible), puedes subir hasta un parquecito que hay justo debajo del ayuntamiento que es muy agradable y tiene unas vistas bastante molonas (y siempre hay algún perrete).
  • Dejarte los euros en el comercio local. Si te molan los vinilos pásate con Honky Tonk y flipa con las joyitas que te puedes encontrar. Si buscas un rollo más souvenir molón puedes visitar Vaidhé  que es amor del bueno.
  • Coger el barco de línea a Cangas o a Moaña. De verdad, es muy guay y no necesitas coche. Te coges el barco al medio día, comes genial en Cangas, coges el barco a media tarde y aún te da tiempo a darte un paseo por Vigo.
  • IMPORTANTE: comer. Por la zona del Casco Vello tenéis restaurantes de todos los tipos, desde lugares más tradicionales en los que comer un buen pulpo, hasta sitios cuquis que lo petan con platos más elaborados.
  • Visitar el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo. Es gratuito así que no tienes excusa. El edificio (antigua cárcel) es una pasada y suelen tener expos bastante majas. También puedes hacer checkpoint en Detrás do Marco para tomarte un algo (que se note mucho que me preocupo por los niveles de hidratación de la gente).

  • Para salir: Churruca. Ahí tenéis de todo concentrado: bares indies (entre ellos la mítica Iguana), bares reggeatoneros, sitios más tranquis… todo hasta las 04:00/05:00 de la madrugada (las más animadas tienen el Mondo para enganchar con el desayuno). Ojito con el licor café que lo carga el diablo (pero el del Tinta Negra está buenísimo).

Algunos consejos extra:

  • Si vienes en coche no lo muevas mucho de donde consigas aparcarlo (y si no conoces la ciudad te recomiendo intentar aparcarlo por la zona de el Castro). Lo bueno de venir en coche es que puedes aprovechar para escaparte a la zona de playas que es muy bonica, un paseíto mañanero por Samil siempre es bien.
  • Zapato cómodo y cerradito, que las posibilidades de que llueva aquí siempre son altas y andar por ahí con los pies mojados es terrible. Llevar un paraguas plegable también es buena idea por si las moscas.
  • Durante el día la temperatura es más o menos maja, pero en cuanto cae la noche con la humedad te mueres. Una bufandita nunca está de más.
  • Prepárate para escuchar los villancicos de las narices y las bandas sonoras de películas random 24/7. Ningún sentido.