Sabía qué era aquel líquido que cayó sobre la cara del chaval mientras estaba encima de él. Ya había escuchado algo sobre el squirt pero de ahí ha llegar a pensar que mi cuerpo, concretamente mi clitoris, era capaz de hacerlo… El chaval alucinó y se quedó encantado, supongo que por todo el morbo que hay detrás pero yo no estuve segura entonces ni ahora de que me gustase del todo. Sé que ocurre en mi punto alto de excitación y eso está genial pero no es oro todo lo que reluce.
La vergüenza inevitable de dejar todas las sabanas encharcadas no me la quita nadie, no es algo que pueda controlar del todo porque no siempre ocurre igual, aveces es una mancha sin importancia pero otras es una laguna, incluso me pasó una vez que debió de juntarse con algo de orina, porque normalmente es incoloro, y aquello olía tras unos minutos.
Tampoco es algo que aviso de buenas a primeras a mis parejas sexuales porque no siempre pasa y no quiero crear expectativas o frustraciones pero si luego sí que pasa tengo que pasar por darlas y la vergüenza antes mencionada. Tampoco es plan de ir con una toalla detrás o elemento absorbente porque como ya he dicho no siempre pasa y normalmente en mi caso el sexo es algo espontáneo no siempre tan planificado. No es un tema que haya salido en mi círculo cercano y creo que estaría bien compartir nuestras conocimientos e historias y tal vez también desmitificar un poco el morbo que hay detrás, no?